Wilkinson toma la Bastilla

Inglaterra, de la bota de su medio apertura Jonny Wilkinson, mantuvo su reino del Norte. Con extraordinaria precisión, experiencia y astucia, sometió por 24-7 a Francia, que volvió a fallar en el peor momento. El equipo de la rosa repetirá así el próximo sábado, en el duelo contra el campeón del Sur, Australia, la final de la Copa del Mundo que perdió en 1991, por 12-6, en su propio templo sagrado londinense de Twickenham. Ahora, en su segunda oportunidad, tratará de conseguir a domicilio, en Sydney, su primer título y evitar el que sería tercero de los anfitriones, que también ganaron el último, en 1999, frente a Francia, por 35-12. Será la final de dos grandes equipos pero, sobre todo, de los más prácticos, como también demostraron el sábado los Wall

La gran estrella inglesa de 24 años logró todos los puntos con 3 'drop' y 5 golpes de castigo

ab

ies australianos al frenar el mayor favoritismo de los All B

lacks neozelandeses.

Como se esperaba, el equipo de la rosa presionó para que

Wilkinson, decidiera, y lo consiguió plenamente. La gran estrella de 24 años, un jugador obsesionado por la perfección, que gana 2,2 millones de euros anuales entre contratos con su club, el Newcastle, la selección y la publicidad, logró todos los puntos. Hasta ayer no había estado a tan enorme altura en el torneo, pero Jonathan Peter volvió a la cumbre. Y siempre serio, tímido, concentrado y raro como pocos. Le llaman Jonny Guitar, porque le gusta tocar la guitarra entre partido y partido, pero las compra y las deja en los hoteles para no viajar con ellas. Pasó tres de cuatro drop -boteprontos- y cinco de los ocho golpes de castigo forzados por su equipo, que metió a Francia en su campo y la obligó a cometer muchos errores.

Wilkinson, que estuvo dispuesto a patear golpes hasta desde su propio campo, hizo una exhibición con las dos piernas. Zurdo para las patadas a balón parado en los golpes, logró dos de los drop con la derecha, y sólo el segunda línea francés Thion le pudo taponar el último, uno de los dos que intentó con la izquierda. El anterior, extraordinario, también lo iba a ejecutar con la derecha, pero lo logró con la zurda tras hacer un cambio de pie y quebrar el tapón de su desafortunado rival de puesto, Michalak.

Precisamente los errores del medio apertura francés, que falló los cuatro golpes de castigo intentados fueron una de las claves de la derrota de su equipo. Bernard Laporte, el entrenador francés, le acabó sustituyendo al estilo Queiroz-Rubén por Merceron en el minuto 63, a falta de 17, tras el cuarto golpe pasado por Wilkinson y su cuarto fallo. El día y la noche. El 21-7 parecía ya insalvable. La potencia inglesa había forzado otra falta, un fuera de juego múltiple de la línea francesa.

Michalak no dirigió a su equipo para romper el ritmo dominador inglés, pero no fue el único culpable del desastre. En delantera, su tercera línea, tan brillante hasta ayer, fue arrollada también por todo el paquete inglés, que sólo cedió algo en los saques de lateral. Para acabar, la lluvia caída en el partido perjudicó al equipo que mejor había jugado con la mano en el torneo, pues era muy difícil retener un balón resbaladizo en ataques abiertos. Los avants -adelantados- incluso se repitieron en los reagrupamientos.

El rugby no es tan bonito a base de patadas, y hasta se cambió el reglamento para valorar más los ensayos.Pero en días como ayer era casi obligado y con jugadores como Wilkinson el juego de pie adquiere categoría.

Los nervios franceses comenzaron pronto en pérdidas de balón y Wilkinson pasó ya un drop en el primer ataque inglés que metió al rival en su línea de 22 metros (3-0, m. 9). Francia, sin embargo, dio su único zarpazo inmediatamente después. Su segunda línea Betsen sorprendió al ganar desmarcado un saque de lateral y ensayó pese al primer placaje de Robinson y el posterior de Hill, que casi le quita el balón al posarlo (3-7, m. 10.). Francia pareció entonces que podría dominar las patadas de Wilkinson, pero fue un espejismo. Michalak falló dos golpes tras faltas de Dallaglio y Johnson, que su colega sí hubiera aprovechado, y los males franceses siguieron al ser expulsado por 10 minutos uno de sus cuchillos atacantes, el tres cuartos ala Dominici. Incluso se lesionó al zancadillear feamente a Robinson. Wilkinson falló el golpe lejano, pero pronto continuó su recital. Pasó el siguiente por un fuera de juego del tres cuartos centro Jauzion (6-7, m. 33), el segundo drop (9-7, m. 40) y otro golpe por fuera de juego de Betsen (12-7, m. 40). Y en la segunda parte, de nuevo las diferencias. Wilkinson falló dos golpes, como Michalak, pero metió otros tres (15-7, m. 54, 21-7, m. 63 y 24-7, m. 75). El primero de ellos por un placaje retardado de Betsen que fue también expulsado y supuso la puntilla para Francia. En superioridad, el verdugo logró su tercer y último drop (18-7, m. 59). Una exhibición.