Depuración de proyectos

El paquete de infraestructuras catalogadas por la Comisión Europea como prioritarias, que se sustanció la pasada semana en Bruselas con la presentación del programa Quick Start (o de inicio rápido) ha variado sustancialmente desde que el Ejecutivo comunitario decidiese en 2001 la revisión de la Lista Delors, que definía 19 proyectos para la mejora de las infraestructuras de transporte. En este sentido, cuando la comisaria Loyola de Palacio reúne a una comisión de expertos para la revisión, el trayecto Madrid-Comunidad Valenciana ya está incluido en el programa de interoperabilidad. Y tras conocer el Informe Van Miert, la Comisión presenta en octubre una propuesta que combina proyectos antiguos con otros nuevos. La línea valenciana sigue dentro del programa de interoperabilidad, con un 50% de fondos europeos para redactar proyectos de cada tramo y un 10% de ayudas para obras. Todo ello condicionado, según Robótica, al periodo 2006, año en el que España perderá prácticamente su condición de Objetivo 1, y los fondos de cohesión.

En la cumbre hispano-lusa del 8 de noviembre aparece el nuevo proyecto ferroviario Madrid-Lisboa. Unos días después el Quick Start consolida antiguos proyectos e incorpora, además de ese eje, el tramo entre Figueres-Perpiñán y el ramal Oporto-Vigo, incluido en el programa de interoperabilidad, como la línea valenciana. "No parece de recibo afirmar que los intereses de la Comunidad hayan sido debidamente definidos, pues, como demuestra el mapa [ver gráfico], no parece que la UE vaya a promocionar ninguna inversión en materia ferroviaria", dice Martín.