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La policía detiene al presunto autor del asesinato de una mujer en Dos Hermanas

El sospechoso se había refugiado en la casa de un familiar en El Arahal

Tras un día de búsqueda, agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer en la localidad sevillana de El Arahal al hombre que presuntamente mató el miércoles a una mujer en la barriada de Cerro Blanco en Dos Hermanas (Sevilla). El hombre, Miguel C.V, de 18 años, que huyó de la barriada en un coche tras el tiroteo, estaba escondido en la casa de un familiar. La policía también ha encontrado una escopeta de caza y un pistola, armas que utilizó el presunto homicida para acabar con la vida de una mujer, Josefa D.H, de 24 años, y herir a otras dos personas.

Todo empezó, según fuentes de la investigación, por una discusión entre el presunto homicida y otro joven de una familia vecina. La discusión terminó en una pelea entre varios adultos de las dos familias, de etnia gitana. La pelea fue a más y uno de los jóvenes causantes de la rencilla inicial, al ver que golpeaban a su padre en la cabeza, perdió los nervios, maldijo a la familia vecina y tras alejarse del grupo fue a su casa situada en una calle paralela al lugar de la reyerta.

En el domicilio cogió una escopeta, volvió al lugar de la pelea, comenzó a disparar e hirió a una mujer de 24 años, Josefa D.H, que murió poco después. El marido de ésta también resultó herido de bala y la madre del presunto homicida tampoco se salvó de los disparos indiscriminados de su hijo.

Los dos terminaron en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla al igual que el padre del presunto homicida por los golpes que había sufrido en la pelea inicial que condujeron al tiroteo. Los dos hombres recibieron el alta médica ayer. La madre de presunto homicida continúa ingresada aunque su evolución es favorable, según fuentes hospitalarias.

Zona deprimida

El trágico suceso ocurrió en apenas una hora y ayer la barriada, una zona deprimida de Dos Hermanas, presentaba su cara más normal. Muchas familias formaban corrillos en las puertas de las casas y los niños jugaban con las gallinas y los perros en la calle del poblado marginal. Un grupo de obreros trabajaba junto a las casas de los implicados arreglando las calles de la parte final de la barriada, la zona más castigada de Cerro Blanco, donde ocurrieron los hechos.

Lo único inusual en la mañana de ayer era la presencia policial. Una unidad de agentes antidisturbios esperaba a que la familia del presunto homicida recogiera sus pertenencias. Abandonaban Dos Hermanas para evitar la venganza. Hacia las dos de la tarde terminaron de empaquetar sus cosas, pocas, que metieron en dos coches. Salieron por la parte de atrás de la barriada. Una despedida tranquila y sin apenas intercambiar palabras con los vecinos.

Los dos hombres que conducían los coches se marchaban con el semblante tranquilo y escoltados por un furgón policial y dos coches patrulla. La única que se mostraba consternada era una mujer, familia del presunto homicida, que iba en la parte de atrás del coche de dos agentes. Lloraba. Una calle más abajo, un coche de la Policía Municipal no se movía de delante de la casa de la fallecida aunque nadie decía ni hacía nada. Todo en apariencia normal aunque los agentes antidisturbios seguirán vigilando la barriada un día más para evitar incidentes.

Tras el trágico suceso, el portavoz adjunto del PP en la localidad de Dos Hermanas reclamó al Ayuntamiento nazareno y a la Junta de Andalucía más medidas para evitar esta situaciones y desde la Consejería de Asuntos Sociales se estudia dar alguna ayuda a la mujer de Dos Hermanas asesinada.

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