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Polémica sobre la urna electrónica que dio la victoria a Bush

La Electronic Frontier Foundation (EFF) y universidades de Estados Unidos han salido en defensa de quienes han publicado en Internet supuestos fallos de las máquinas de voto electrónico de Diebold. La empresa reclama judicialmente que sean retiradas las informaciones. Un hacker entró en su sistema y copió 15.000 documentos confidenciales, que publicó. Según ellos, el software usado en las elecciones de Bush y Schwarzeneger tenía defectos que permitían cambiar el voto.

Diebold suministra máquinas a 37 estados. Tiene repartidas más de 50.000. Según los documentos, la empresa conocía los errores de seguridad. En agosto el hacker envió los documentos a activistas, que los publicaron en sus weblogs y en universidades. Diebold les exigió que los retirasen, amparándose en la Digital Millenium Copyright Act. Los activistas se negaron: "No permitimos la supresión de evidencias que prueban que una máquina Diebold registró 16.022 votos negativos para Al Gore en Florida, durante las presidenciales de 2000". Según los documentos, la empresa hizo donaciones al partido republicano.

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EFF y Stanford han pedido al juez que Diebold deje de amenazar. Según sus abogados, "las exigencias abusivas del copyright no pueden silenciar el debate sobre la seguridad del Diebold". La empresa argumenta que las denuncias no significan que los documentos robados sean auténticos, ya que pudieron haber sido alterados después. La auditora SAIC encontró serias vulnerabilidades en el sistema electrónico, pero aseguró que eran remediables y que los críticos no entendían su implementación. En función de este informe, Maryland prosiguió la implantación de Diebold. Un ex trabajador de la compañía ha declarado que Diebold instaló tres programas no certificados en 22.000 máquinas, vendidas a Georgia. Marc Carrel, de la secretaría de California, ha anunciado que retrasará la certificación de los productos Diebold para las elecciones de 2004 hasta que no haya una investigación. Según Carrel, Diebold instaló programas sin certificar en 4.000 máquinas en las elecciones de Schwarzeneger.

Esta polémica es ajena a los productos Diebold en Europa ya que en este mercado se dirigen al mundo corporativo y cajeros automáticos, productos sobre los que no hay dudas de su fiabilidad.

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