Cantera de cineastas
Chicos de entre 8 y 16 años aprenden todas las disciplinas del séptimo arte en una escuela pionera en Europa
Una niña mutilada por su propio hermano, enfermo mental, el tormento de la hija de una víctima de un atentado terrorista, o la sospecha de que la muerte del padre estuviera relacionada con la infidelidad de la madre, son argumentos de cine. De cine hecho por niños, para sorpresa de quienes esperen del alma infantil creaciones teñidas de rosa.
Películas como Con quién estás, La memoria tiene un precio y Rec.Unión son cortometrajes hechos por niños de 8 a 16 años. En esa franja de edad se mueven los realizadores de los 12 títulos que, de momento, componen la producción íntegra de la escuela de cine Orson the Kid.
El centro, abierto hace tres años en Madrid, desarrolla una experiencia "pionera", en palabras de su director, Jorge Viroga. "Es la única escuela de esas características en todo Occidente".
Las características a las que Viroga se refiere son que no se trata de un centro que enseñe técnicas de animación (que sí hay en Europa) o que haga documentales (como es el caso de algunas escuelas francesas). En la Orson, los 240 alumnos que hasta la fecha han pasado por ella aprenden la teórica de 12 disciplinas cinematográficas: guión, cámara, interpretación, dirección, montaje y posproducción, música, storyboard, maquillaje, vestuario, decorados, sonido, producción e interpretación. Pero, también se enseña a hacer cine. Y se enseña haciéndolo. De cada curso resulta un corto.
Hace pocos días, las últimas cinco cintas realizadas vieron la luz, en la sala madrileña Roxy B, que acogió el II Festival Internacional Orson the Kid de cine hecho por niños y que reunió un total de 26 cortometrajes. La amistad da color, Con quién estás, La espiral, Las tardes y 12/9 Octava son los títulos de las cinco películas resultantes de los cursos realizados entre 2003 y 2004. Las modalidades suponen entre 160 y 180 horas de clase, y su coste, entre los 900 y los 1.000 euros.
La gala de apertura del certamen convocó a casi todos los protagonistas, procedentes de distintas ciudades. Es el caso de Santi, de 14 años, que se desplazó desde Bilbao, o Adrián, que vive en Valladolid. Los dos, junto con Caco y Dani, han formado su propio grupo de creadores, Los Pimpampollos, que actualmente graba un programa piloto de humor, salpicado de sketches e imitaciones. "De momento", dice Santi, "tenemos montados 18 minutos de programa". Según los componentes del grupo, el modelo "tiene mucho que ver con el teatro y busca la interacción con el público". Cuando se les pregunta qué pretenden hacer con la cinta, los chicos dan el nombre de una de las productoras televisivas más solventes. Así son, plenamente confiados en su propio trabajo.
Mientras se cumplen los sueños, algunos ya han empezado algunas tareas en el medio. Santi, que ha realizado cuatro cursos en la escuela, este año no podrá asistir, empieza a colaborar en la televisión local de Llodio.
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