Maragall invita a Esquerra a hacer realidad "la Cataluña del pueblo"

Si Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no mantuviera su posición equidistante, el cambio en Cataluña ya sería incuestionable a una semana de las elecciones. El socialista Pasqual Maragall se dirigió ayer directamente al partido de Josep Lluís Carod exhortándole a sumarse a la "oportunidad histórica" de hacer realidad la "Cataluña del pueblo" y mostrando su "extrañeza" ante su política de alianzas.

En un mitin en Manresa (Bages) ante un millar de personas, Maragall se dirigió por primera vez en la campaña no a los electores de ERC, sino directamente a sus dirigentes. Lo hizo de forma "fraternal", pero rotunda: "Compañeros de ERC, ¿de verdad queréis que esta oportunidad histórica se pierda? ¿Sois equidistantes entre izquierda y derecha a pesar de que lleváis el nombre de izquierda?".

El líder socialista mostró su estupefacción ante el hecho de que Esquerra todavía no haya despejado su posición cuando "por primera vez en 200 años" la izquierda tiene la posibilidad de gobernar en Cataluña. La II República, en su opinión, no puede tenerse en cuenta porque en aquella época la guerra mundial que estaba incubándose la lastró decisivamente.

Maragall fue analizando letra por letra las siglas de ERC para mostrar las coincidencias históricas con su proyecto.Pasqual Maragall trazó las similitudes de Esquerra -que no fue independentista hasta la década pasada- con su propio proyecto de catalanismo popular: "Las siglas dicen que Esquerra es de izquierdas, republicana y catalanista". Maragall no vio ninguna diferencia sustancial con su proyecto. Incluso en lo que se refiere al republicanismo, que el PSC no suele exhibir: "Todos somos republicanos de corazón, incluido el Rey", proclamó.

Todas estas coincidencias le llevaron a concluir que juzga "imposible" que Esquerra pueda "frustrar" la llegada de la izquierda al Gobierno de la Generalitat. Hasta ahora, ninguna encuesta prevé ni remotamente la posibilidad de que CiU pueda repetir la alianza con el PP, con lo que los socialistas consideran que la equidistancia de ERC supone en la práctica oxígeno para la federación nacionalista porque mantiene abiertas incógnitas que ya deberían estar cerradas.

El candidato socialista, que fue presentado por el alcalde de Manresa, Jordi Valls, y por el escritor Jordi Coca -quien dijo que CiU deja una herencia de "cenizas", de "país quemado"-, insistió en reconocer que Jordi Pujol ha tenido méritos en su gestión, pero señaló que los últimos ocho años de alianza con el PP ha dejado Cataluña "sin proyecto de futuro". Maragall llamó a una movilización masiva del electorado progresista en torno a su opción de cambio "seguro": "La victoria será más dulce que nunca porque la hiel ya la hemos probado muchas veces", afirmó en referencia a los seis reveses electorales en todos los comicios autonómicos desde 1980.

No entrar al trapo

El equipo de Maragall sostiene que el debate del viernes en TV-3 puso de manifiesto que su proyecto es de "futuro", mientras que el de Artur Mas se fija más en el pasado, puesto que continuamente se refirió a la etapa en que el PSOE estuvo en el Gobierno de España, que concluyó hace siete años. Aunque ninguna de las encuestas acaba de despejar del todo quién estará en disposición de formar gobierno, los socialistas afrontan la última semana de campaña con satisfacción porque nunca antes habían llegado por delante a la cita con las urnas.

Ello explica la campaña tranquila de Maragall, quien se resiste a entrar al trapo de los debates que le lanzan los otros candidatos y especialmente Mas. El candidato socialista quiere subrayar su perfil de gobernante y destacar que su rival nacionalista ejerce en la práctica de candidato de la oposición que trata de recuperar con urgencia el terreno perdido.

Por la mañana, el candidato socialista volvió a defender que para que los trabajadores disfruten de estabilidad en el empleo es necesario un cierto grado de flexibilidad. Lo dijo en Reus (Baix Camp), ante 500 sindicalistas de UGT en la clausura del décimo congreso de la federación del metal y de la construcción del sindicato, al que asistió su secretario general, Josep Maria Álvarez. "Mucha gente no entiende a veces que por tener estabilidad se tiene que ser flexible, y en esto hay extremistas por un lado y por otro que dicen que les estamos hablando de precariedad", afirmó el presidente del PSC, antes de aclarar: "No, no, no. Yo no hablo de precariedad, estoy hablando de estabilidad, pero la estabilidad requiere flexibilidad", informa Efe.

Maragall subrayó que un Gobierno presidido por él tendrá "autoridad" para implantar las reformas que a su juicio Cataluña precisa. A pesar de que todas las encuestas coinciden en que nadie logrará en los comicios mayoría absoluta, el candidato insistió en que no le "temblará el pulso" a la hora de tomar decisiones, aunque necesite el apoyo de otros partidos para gobernar.