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El Poder Judicial denuncia los retrasos en los juzgados de lo Civil

El Poder Judicial resalta que el trabajo en estos órganos se ha incrementado este año un 40%

Los juzgados de lo civil de Madrid (que resuelven los conflictos entre los ciudadanos) acumulan un retraso medio en la tramitación y resolución de asuntos (12,28 meses) que casi dobla a la media nacional (7,35 meses), según los servicios de inspección del Consejo General del Poder Judicial. El informe, muy crítico, está referido al primer semestre de 2003, en el que se destaca un incremento de asuntos civiles del 40% (25.527 asuntos registrados entre enero y junio de 2002, frente a los 35.747 del primer semestre de este año). Madrid necesita más juzgados de lo civil, según el Consejo.

En la memoria del Tribunal Superior de Justicia de 2002 se indica que la capital madrileña precisa al menos otros 15 juzgados de primera instancia o de lo civil. El informe se centra en los 62 juzgados de lo civil de Madrid, excluyendo de éstos los ocho de familia (que son, con diferencia, lo más retrasados de todos), los de incapacidades y los hipotecarios.

Los jueces de lo civil de Madrid (los que tramitan desahucios, impagos de deudas entre personas, discrepancias sobre lindes...) han visto incrementados sustancialmente los asuntos que reciben y trabajan por encima de los módulos de trabajo acordados el año pasado por el propio consejo (392 asuntos por juzgado al semestre). En el primer semestre de este año cada juzgado ha asumido 576 asuntos, un 47% por encima del módulo.

Madrid registra, pues, y según este informe, el 23% del total de asuntos civiles que se generan en toda España (contabilizó 35.747 de los 153.470 contenciosos anotados en toda España).

Las quiebras y suspensiones de pagos de empresas han aumentado: en los seis primeros meses de este año ha habido un 46% más de casos de suspensiones de pagos que en igual periodo del año anterior; las quiebras, por su lado, crecieron casi un 8%.

"Elevada capacidad"

Pese a esta mayor carga de trabajo, la capacidad de resolver de los jueces de Madrid es "elevada", según el informe. "En el primer semestre del año 2003, la capacidad resolutiva ha sido un 36% superior a la de los seis primeros meses de 2002". Todos los jueces, salvo uno, cumplen los módulos de dedicación muy sobradamente. Cada magistrado dicta un promedio de dos resoluciones y media diarias, sin excluir festivos, y una de ellas es una sentencia.

Los jueces de primera instancia o de lo civil celebran, por lo general, juicios dos días por semana, más uno extra alterno al mes. Sólo dos juzgados señalan juicios más de tres días por semana. El informe indica que sólo hay una sala de vistas para cada dos juzgados en la sede general de la calle del Capitán Haya.

¿Cuánto tarda un asunto en llegar al juicio? Según el informe, 26 de los 62 juzgados de Madrid están tardando más de un año en tramitar y resolver los asuntos, pese a que se destaca que la capacidad resolutiva de los jueces de Madrid está por encima de la media nacional.

Si se trata de un juicio verbal, que son los pleitos más sencillos, el juez emplea cinco meses desde que señala el juicio hasta que lo celebra (a ello hay que sumar el tiempo que tarda en sentenciar el caso y comunicarlo a las partes); las audiencias previas, una especie de vistilla establecida para causas más complejas y cuyo objetivo es definir ante el juez qué es lo que exactamente reclaman las partes, tardan "menos de cinco meses" en celebrarse desde que llega al juzgado la demanda. Y oficiada la audiencia previa, la celebración en sí del juicio tarda en torno a otros cuatro meses. "Por consiguiente", señala el informe, "los señalamientos aún se están haciendo mayoritariamente en tiempos razonables, aunque hay casos en los que resultan claramente excesivos, superando los ocho meses e incluso los 10 meses, y muy puntualmente el año, lo cual responde previsiblemente al seguimiento del acuerdo de la junta de jueces de Madrid en materia de señalamientos".

La inspección del Consejo General del Poder Judicial denuncia que concurren otros factores que coadyuvan a la difícil situación de estos juzgados. Por ejemplo, el de "la inestabilidad de las plantillas" de funcionarios, en las que hay mucho personal interino, y "el insatisfactorio rendimiento del sistema informático y del programa Libra". Muchos jueces se quejan de que cuando los interinos ya han aprendido su cometido, cesan en su actividad y son sustituidos por otros a los que hay que volver a enseñar; a todo esto se suman problemas con el sistema informático.

Largos procesos

De seguir así las cosas, los inspectores del Consejo del Poder Judicial que han elaborado el informe auguran un empeoramiento de la situación. "La tendencia y previsión de futuro es al incremento en los tiempos de señalamiento y, por ende, en la duración de los procesos". Por ello, apuntan a que hay que crear más juzgados, pero no dicen cuántos.

José Antonio Alonso, vocal progresista del Consejo General del Poder Judicial, explica sobre los problemas de la jurisdicción civil madrileña: "El problema de la justicia civil en Madrid es, ciertamente, desolador, y conocido desde hace tiempo; el informe de la inspección corrobora las impresiones que ya existían".

"Lo que encuentro inexplicable es la despreocupación política ante el problema. Los jueces no tienen la culpa del mismo, ya que prácticamente todos ellos están trabajando por encima de las cargas máximas establecidas por el Consejo General del Poder Judicial (ya de por sí altas)".

La solución al problema pasa, según Alonso, "por decisiones estratégicas conjuntas a dos niveles: uno, aumento de jueces civiles y de los consiguientes medios materiales para los juzgados; para lo que hace falta que los gobiernos central y autonómico aporten más dinero, algo difícil, dada la congelación presupuestaria de Justicia". "La segunda medida", prosigue Alonso, "consistiría en la adopción de medidas organizativas que resuelvan problemas, algunos puntuales, como la falta de estabilidad de los funcionarios; y algunos endémicos, que la resolución de los asuntos de importancia menor sea rápida y barata; lo que el sistema judicial no está consiguiendo, seguramente por la inexistencia de una 'justicia de primer nivel' específica, para ese tipo de asuntos".

Aumentan los pleitos sin abogado

Los llamados pleitos sin abogado, el proceso monitorio, están en auge. Estos pleitos nacieron con la reciente reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil y están encaminados a asuntos de escasa envergadura; básicamente se refieren a pequeñas deudas que el acreedor tiene documentadas. Por ejemplo, morosos de bancos y de comunidades de vecinos. Pueden interponer estos pleitos los propios ciudadanos, sin necesidad de tener que pagar a un abogado y a un procurador.

Según el informe del Consejo General del Poder Judicial, "el proceso monitorio ha incrementado su entrada en un 98,5% (6.126 registrados en el primer semestre de 2002 y 12.163 en el de este año), cifra que no debe, en absoluto, despreciarse si únicamente se valora la sencillez de su tramitación y no se toma en cuenta el tiempo que dedica el juez al examen de lo que piden los usuarios".

Entre enero y junio de 2003, en España se han registrado 50.293 procesos monitorios, un 24% de ellos en Madrid. Y es que cada mes se registran en cada órgano judicial de Madrid una media de 33 procesos monitorios, según el informe realizado por los servicios de inspección del Consejo General del Poder Judicial.

El informe apoya la creación de juzgados especializados en asuntos mercantiles, que suelen ser muy complejos y que habitualmente ocupan mucho tiempo a los jueces, debido a su complejidad. Durante el año 2002, llegaron a los juzgados de lo Civil de la Comunidad de Madrid 1.555 asuntos de tipo mercantil, de los que 126 fueron quiebras de empresas y 87 lo fueron por suspensiones de pagos.

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