El Foro Mundial reconoce a China el papel de motor económico

China se está convirtiendo en uno de los motores del crecimiento mundial. Ésta fue una de las principales conclusiones de la primera jornada de la Cumbre de Negocios China 2003, organizada por el Foro Económico Mundial (Foro de Davos), que ha reunido en Pekín a 600 altos directivos, funcionarios y políticos para debatir sobre la situación de un país cuya economía ha crecido a una media del 9,5% desde 1980.

Para este año se calcula que China crecerá un 8,5%, aunque el país también se enfrenta a serios desafíos, según reconocieron los participantes, como las desigualdades sociales, la falta de energía, el desequilibrio medioambiental, la corrupción o la reforma del sector financiero y de las empresas estatales.

"Pienso que el crecimiento que ha experimentado China en las pasadas décadas continuará en los próximos años", afirmó en tono vehemente Samuel Dipiazza, consejero delegado de la compañía estadounidense PriceWaterhouseCoopers. Dipiazza aseguró que el gigante asiático representa a la vez grandes oportunidades y desafíos. El directivo definió la situación actual china como de "continua estabilidad durante tiempos de gran crecimiento", pese a la epidemia de SARS (síndrome respiratorio agudo y grave) que barrió el país antes de verano, la ralentización global y las guerras en Irak y Afganistán.

Transición

Una estabilidad que, según dijo, se ha visto impulsada por "la aparentemente muy suave transición" en la cúpula del partido comunista hace un año. "El inicio del nuevo equipo está siendo muy positivo. El progreso es obvio", señaló Dipiazza ante una nutrida audiencia, en uno de los hoteles más lujosos de Pekín, situado a pocos cientos de metros de la Ciudad Prohibida. "China se está convirtiendo en la locomotora de la economía mundial", añadió, en un ambiente de optimismo.

Pocos minutos antes, Liu Ji, presidente ejecutivo de la Escuela Internacional de Negocios China Europa (Ceibs) había afirmado otro tanto, al tiempo que destacaba que el país "será un jugador clave" en un entorno de relaciones crecientes entre Asia y Europa. Bao Yujun, presidente de la Asociación para la Investigación sobre la Economía Privada, afirmó que China "carece aún de una estructura racional de desarrollo económico" y abogó por " acelerar la apertura y la reforma".

Acerca de esta idea, el estadounidense Dipiazza advirtió también sobre las diferencias de desarrollo regionales y el déficit de energía del país, y dijo que "la economía de consumo tiene que mantener el ritmo de la economía industrial". El Ejecutivo añadió que un factor que podría afectar al crecimiento es la falta de protección de derechos de propiedad intelectual. "China tiene que afrontar el problema de los productos falsos", dijo.

Frases como "China está viviendo la que es probablemente la mayor privatización de la historia" o "China está a punto de vivir la mayor transformación social de la historia de la humanidad" sonaron ayer durante las diferentes sesiones, que concluirán hoy tras recorrer en dos días la situación del mercado de capitales, las telecomunicaciones, la empresa privada y pública, la inversión extranjera, el sida o el poder de la diáspora.