Historia de un estándar
El código de barras tiene una presencia tan abrumadora en nuestras vidas que incluso pasa inadvertido. Actualmente casi el 100% de los productos de gran consumo y una gran parte de los otros sectores comerciales identifican sus productos mediante el código de barras, y casi el 100% de comercios están equipados con escáneres, más de 500.000 en todo el mundo, que reúnen en sus estanterías más de 10 millones de productos distintos.
El código de barras, además, se emplea en procesos de fabricación, se incluye en todas las publicaciones y prácticamente en todo lo que se imprime. Incluso ha aterrizado en el mundo de la moda, se le ve impreso en camisetas, pantalones y ha sido motivo de inspiración de algunos artistas.
El código de barras nació en 1948 de las necesidades del propietario de una tienda de comestibles que acudió a la Facultad de Tecnología de Drexel buscando una solución automática para controlar su almacén. Dos jóvenes estudiantes, Woodland y Silver, se pusieron manos a la obra y diseñaron el primer código, que curiosamente no se representaba con rayas paralelas sino con una serie de círculos concéntricos que eran interpretados por un lector automático.
Woodland y Silver patentaron el código en 1952, pero no se usó comercialmente hasta 1966. Pronto se vio que, aunque el sistema funcionaba, era imprescindible que fuera un estándar.
En 1973 George Laurer recuperó la idea y creó el UPC (Código de Producto Universal); en 1974 se inauguró en Troy (Ohio) el primer supermercado con escáner de lectura de código de barras. Mercadona fue el primer supermercado español con el sistema, en 1982, y el primer producto barrado, un estropajo de 3M.
En nuestro país, el código de barras lo controla la asociación AECOC, dirigida por José María Bonmatí, que la pasada semana celebró su congreso. Forma parte de la EAN Internacional,que establece la normativa internacional de codificación de productos. La EAN tiene a dos españoles en su dirección: el vicepresidente Juan Antonio Sanfeliu y el presidente, Miguel Ángel Lopera.
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