Nueva 'escuela' forzosa para menores
El mayor centro de reclusión de menores se inaugura en Zumárraga dos años después de ser dinamitado por ETA
El centro de internamiento de menores Ibaiondo, en Zumárraga, acoge ya a siete jóvenes tras su apertura en el pasado mes de agosto. Ayer fue oficialmente inaugurado por el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, y el alcalde de la localidad guipuzcoana, Antón Arbulu, una vez reconstruidas unas instalaciones que quedaron destruidas por las cinco bombas colocadas por miembros de ETA en febrero de 2001, dos meses antes de su estreno.
El nuevo centro tiene capacidad para custodiar 36 internos de entre 14 y 18 años, que deben cumplir medidas de internamiento, tanto en régimen cerrado, como semiarbierto o de forma cautelar. En la inauguración, a la que asistieron jueces y fiscales de menores, parlamentarios y responsables de otros centro similares de Euskadi, Azkarraga destacó que Ibaiondo está equipado para que los menores cumplan su internamiento "siguiendo un proyecto educativo que persigue su reeducación y reinserción social".
Por eso, el centro de reclusión de menores se llama "centro educativo", los módulos se denominan "grupos de convivencia" o los corredores se conocen como "pasillos", dijo. Con un total de 3.200 metros cuadrados, los jóvenes son atendidos por psicólogos, trabajadores sociales y 50 educadores. Participan en talleres de carpintería o soldadura, en cursos de horticultura y jardinería, practican deporte en el gimnasio, en el frontón o en la piscina, y disponen de una sala de informática. Azkarraga resaltó en todo momento la "finalidad educativa" del centro.
Aseguró que el porcentaje de infracciones cometidas por menores en Euskadi no alcanza el 1% del total de los delitos, "una de las tasas más bajas" de España. No obstante, precisó que en los juzgados de menores vascos "se ha producido un paulatino aumento de las medidas de internamiento, hasta un total de 98 en 2002".
El Gobierno vasco ha invertido 7,7 millones de euros en la construcción del centro de menores de Zumárraga, que se suma a otros ya existentes de menor capacidad, como los de Andollu, Ortuella, Mendixola y Landa, también destinados a la reeducación de menores condenados por conductas delictivas.
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