La lucha contra las "arbitrariedades"
Rosalía Sánchez tiene 51 años y comenzó la carrera de Traducción e Interpretación de Inglés en la Universidad de Málaga en 1996. Se le atragantó, igual que a muchos de sus compañeros, la asignatura de Inglés de segundo y tercero. La prueba era la traducción de un libro en grupo. Rosalía fue suspendida hasta tres veces mientras sus compañeros de grupos eran aprobados y, como es lógico, no le gustó. Rosalía agotó sin solución todas las vías académicas en la Facultad antes de acudir al defensor universitario de Málaga, Pablo Salinas, en 2000.
"Había más de cien alumnos afectados por notas arbitrarias; el profesor no iba nunca a las tutorías, iba a clase cuando quería y no la daba completa, le hacíamos traducciones para su empresa y no nos pagaba, e incluso suspendió a un alumno autor de un libro que éste profesor usaba en clase", recuerda indignada por estas "arbitrariedades".
Cuando los recursos se agotaron acudió al defensor universitario. Su caso, al que se unieron después muchos otros alumnos, fue tratado por un tribunal jurídico nombrado por la universidad malagueña y pasó al tribunal contencioso-administrativo. Rosalía se crió en Alemania y tampoco tuvo suerte con esta asignatura, a pesar de haber traducido un libro editado por la propia Universidad de Málaga. "Me pusieron un aprobado", ríe por no llorar.
Rosalía Sánchez agradece el apoyo del defensor universitario, pero su caso aún está por resolver. "Me niego a examinarme otra vez, sé que estoy aprobada y llegaré adonde haga falta llegar", asegura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.