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Entrevista:ICÍAR BOLLAÍN | Actriz y directora de cine

"Los políticos son caros e inútiles"

Pregunta. Tras San Sebastián, ahora el Premio Ondas. ¿Está que se sale?

Respuesta. Pues sí. Estoy muy contenta. Estamos todos premiados, hasta Candela Peña.

P. Por un filme sobre malos tratos. ¿Las desgracias venden?

R. Qué va, al revés. Todo el mundo dice que no venden nada. Vende emocionarse. Eso sí.

P. En Te doy mis ojos, el protagonista va a un centro, dice usted, a "arreglarse". ¿Los hombres tienen arreglo?

R. Yo creo que no tenemos arreglo ninguno, ni los hombres ni las mujeres.

P. Hablando de terapias. ¿Usted de qué tiene que curarse?

R. Algún día iré, porque algo tengo. Por ejemplo, dramatizo mucho. Me tomo las cosas demasiado en serio. Y no es para tanto.P. ¿Cree en príncipes azules?

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R. No.

P. Y si no son azules, ¿de qué color son?

R. Pues de todos los colores. Creo en hombres estupendos, que hacen la vida más alegre. Yo los tengo en mi casa. De momento, dos. Y viene otro.

P. Dice que el miedo es violeta. ¿Y el amor?

R. Rojo.

P. ¿Y la confianza?

R. Verde.

P. ¿Y el PP?

R. Del color del dinero. El PP es bastante gris.

P. ¿Se divierte más como actriz o como directora?

R. Como directora. Actuar va más en contra de mi naturaleza, porque, aunque no lo parezca, me cuesta expresarme y mostrar mis sentimientos. Actuar es contra mí y dirigir es a favor, porque es trabajar con un equipo, es más lío, más ruido.

P. Para Hola, ¿estás sola? usted ensayó numerosas formas de ligar. Cuente, cuente.

R. Para ligar hay que echarle mucho morro [ríe]. Morro y que no se te note mucho el empeño. Y hacer reír.

P. Usted se ligó a su marido en un rodaje de Ken Loach. ¿Sabe si necesitan gente para la próxima película?

R. Pues supongo que sí [ríe]. Yo ya no ligo, pero lo que me dicen mis amigas de 35 en adelante es que ahora es un desastre. Primero, no hay material; y segundo, no hay conexión.

P. ¿Tuvo que pillarse un extranjero porque los nacionales no dan la talla?

R. No lo hice de forma preconcebida. Pero los extranjeros son muy entretenidos.

P. Pues dígame tres nacionales a los que no le importaría conocer en un rodaje de Loach.

R. Le juro que últimamente no miro. Entre el churumbel y el trabajo... Luis Tosar me encanta. Con Tosar me despisto yo. Y luego, Manuel Rivas. Y un médico que me curó la malaria en el hospital Ramón y Cajal, Rogelio López-Vélez.

P. Escribió un artículo titulado Cine con tetas, defendiendo la igualdad de sexos tras la cámara. Aproveche y dígame si hay mucha silicona en el cine español.

R. Yo soy cegata perdida, y no veo ni los lifting ni nada. Pero creo que cada vez hay más arreglo discreto. Veo actrices estupendas, a partir de los 45 o 50, que están en una carrera contrarreloj, porque si representaran su edad no trabajarían.

P. ¿Y ellos qué se ponen?

R. Pelos, tintes, prótesis. Nos vamos acercando a Hollywood en eso. En Hollywood no ves un diente torcido.

P. La toman por profunda y enigmática, cuando lo que sucede es que es despistada y, como dice, medio cegata.

R. Exactamente [risas]. No veo tres en un burro, me desoriento muy fácilmente, y a veces me quedo colgada pensando en algo y parece que estoy en algo muy profundo, pero es que se me ha ido la bola.

P. ¿A qué político daría un papelito en su próximo filme?

R. A Rafael Simancas. Me cae bien. Haría una buena historia: un político seguramente con ilusión, que se mete en esto y ve cómo le roban delante de las narices, entre unos y otros, algo que estaba ahí. Un drama.

P. ¿Y a cuál de nuestros gobernantes le ve más actorazo?

R. Hay alguno de los que más nos gobiernan, aunque ya no por mucho tiempo, al que no puedo ni ver. Me produce rechazo físico. Actores son todos. Yo creo que un buen actor es Gallardón, el lobo con piel de cordero número uno. Y además tiene planta.

P. ¿Su próxima película?

R. Me voy al futuro, a dentro de 50 años, que es un poco peor que ahora.

P. Momento de dar una oportunidad a Gallardón.

R. Pues mire, en el futuro que me he inventado no hay políticos. Hace rato que ya nos dimos cuenta de que no nos hacían la labor, y ya no hay pantomima. Son muy caros e inútiles.

Icíar Bollaín, que recibió esta semana un Premio Ondas por su película <i>Te doy mis ojos.</i>
Icíar Bollaín, que recibió esta semana un Premio Ondas por su película Te doy mis ojos.MIGUEL GENER

PERFIL

Con 36 años, un hijo y embarazada de casi ocho meses, se dice amante de escaparse al campo o a la playa para estar tranquila. Echa de menos "cerrar la puerta de casa sin planificar las próximas cien horas", y cuenta que, sin parar con el trabajo y atareada con sus "churumbeles", leer una novela o poder ir al cine le parece "un lujazo".

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