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40 muertos en combates entre milicias en Afganistán

Al menos 40 personas murieron en los enfrentamientos entre milicias progubernamentales en Afganistán, en el suroeste de la provincia de Helmand, según informó ayer la agencia estatal Bajtar. Un primer balance ofrecido por la agencia Afghan Islamic Press situaba en 25 el número de muertos en los combates que estallaron el pasado viernes en Gereshek entre las fuerzas de dos comandantes militares leales al presidente Hamid Karzai. La ciudad de Gereshek está a unos 40 kilómetros al norte de la capital provincial de Lashkar Gah. Ambos comandantes emplearon artillería pesada que dañó numerosos comercios del mercado de Gereshek. Fuentes locales dijeron que entre los muertos había cuatro civiles.

Por otra parte, una misión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas partió el viernes hacia Afganistán con el objetivo de evaluar sobre el terreno la situación que atraviesa el país y estudiar medidas para mejorar la aplicación de los acuerdos de la Conferencia de Bonn. La misión, encabezada por el embajador de Alemania ante la ONU, Günter Pleuger, contará también con representantes de los otros 14 miembros del Consejo, entre ellos el embajador de España, Inocencio Arias.

El embajador alemán explicó que uno de los principales objetivos era hacer ver a los afganos y al Gobierno interino que continúa el compromiso internacional en la reconstrucción de su país y en la puesta en marcha del proceso político acordado en Bonn. Bajo los acuerdos de Bonn, auspiciados por la ONU, Hamid Karzai, de la etnia pastún, asumió la administración interina el 22 de enero de 2001 y se creó una asamblea de notables o Loya Jirga, que está redactando una Constitución.

La mejora de la seguridad, según indicó Pleuger, es el principal obstáculo para continuar con el proceso político, que prevé la convocatoria de elecciones presidenciales libres a mediados de 2004. En este apartado, Pleuger hizo hincapié en la necesidad de reformar los estamentos del Ministerio de Seguridad en Afganistán, así como la puesta en marcha de un programa de desarme, desmovilización y reinserción de los ex combatientes. Durante la misión, que durará 15 días, también prevén observar cómo la misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) y la Fuerza Internacional para la Asistencia y la Seguridad en el país (ISAF) están llevando sus operaciones sobre el terreno.

"Queremos ver cómo a través de la expansión del mandato de la ISAF más allá de los límites de Kabul, como aprobó el Consejo de Seguridad, podemos ampliar la autoridad del Gobierno interino a todo el país", puntualizó. La cuestión humanitaria y de los derechos humanos, especialmente en lo que se refiere a mujeres, niños y desplazados, es otro tema que se evaluará durante la misión.

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