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Entrevista:CARLOS GIMÉNEZ | Dibujante de cómic

"Con productos descafeinados puedes acabar por no gustar"

Maribel Marín Yarza

¿Para qué inventar si la realidad ofrece un material de primera para contar historias? ¿Por qué limitarse a hacer arte si se puede además opinar y criticar a quien se quiere molestar? Durante 40 años, Carlos Giménez (Madrid, 1941), considerado por la crítica uno de los mejores dibujantes españoles de cómic, ha hecho reír y llorar a los aficionados con trabajos de los más diversos géneros basados en estas premisas. Giménez, autor del renombrado álbum Paracuellos, fue un referente indiscutible del boom del cómic español en los 80, con trabajos siempre pasionales y críticos. Y lo sigue siendo ahora que el género, según él, "agoniza". La 14ª Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián le rinde homenaje con una exposición de algunos de sus trabajos.

"El lenguaje del cómic es tan sofisticado", dice Giménez, que no hay nada que no puedas decir o contar". Se ve con claridad en la muestra inaugurada ayer en la biblioteca de Alderdi Eder, que recorre fundamentalmente su faceta más futurista, pero también ofrece una pequeña selección de obras de corte diverso que dan una idea de su variada trayectoria. "Yo he encontrado en el cómic la forma de exorcizar mis fantasmas, de contar mi infancia y expresar mi opinión", apunta el autor de

Dani Futuro, Gringo, España una, grande y libre o Los profesionales. "Soy incapaz de inventarme cosas que no he vivido", precisa.

Giménez habla con nostalgia de la época en que los tebeos se vendían como rosquillas en los quioscos, de cuando los cómics infantiles o de superhéroes eran sólo una parte de una oferta rica en géneros. "La gente se compromete poco. Lo que se busca es abarcar, llegar a todos los públicos y con productos descafeinados puedes acabar por no gustar a nadie", señala. "A mí me gustan los tragos fuertes, y quiero criticar a los que imponen sus criterios, a los que usan las pistolas

, al capital de rapiña..." Giménez dibuja un panorama negro del cómic que, a su juicio, "está bajando a las catacumbas", por la existencia de otros productos. Pero no sólo: "Quizá no hemos sido capaces de acaparar la atención del público como antes".

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