Julio de Miguel abandona por sorpresa la carrera de su reelección al frente de Bancaixa

El anuncio pilló por sorpresa a los asistentes a la cena del 125 aniversario de Bancaixa. El presidente de la entidad, Julio de Miguel, dijo que la efeméride cierra una etapa de la caja de ahorros valenciana y añadió que también es su "final de etapa". El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, presente en el acto, le agradeció la gestión desarrollada durante seis años. En la pugna entre Camps y Eduardo Zaplana por el control de Bancaixa, De Miguel era, en principio, el candidato de Camps. El ex presidente del Consell, José Luis Olivas, suena como firme aspirante.

En un tono muy emotivo, durante la cena que Bancaixa organizó anoche en L'Oceanogràfic de Valencia, tras la inauguración de una escultura de Miquel Navarro, para celebrar el 125 aniversario de la entidad, Julio de Miguel desbordó lo protocolario y sorprendió a los asistentes al asegurar que "ha acabado una etapa" y precisar que no se refería sólo a la entidad, sino también a su etapa como presidente durante los últimos seis años. "Estoy muy satisfecho de una caja y de un grupo financiero como éste", aseguró, para calificarlo como "uno de los grupos financieros más importantes de España". De Miguel expresó su satisfacción por haber presidido en los órganos de Bancaixa y del Banco de Valencia "al mejor equipo profesional del mundo financiero español" y animó a sus integrantes a seguir porque "el que venga lo hará mejor".

La sorpresa de los asistentes a la cena fue mayúscula, sobre todo porque De Miguel había dejado claro desde hace meses que sí que aspiraba a la reelección. Una sorpresa que no sintieron el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. El primero sabía desde hace una semana que De Miguel no seguiría y la segunda retrasó la votación de los candidatos propuestos por el Ayuntamiento, prevista en principio ayer, a petición de De Miguel para permitirle hacer el anuncio durante la cena

El presidente de la Generalitat, precisamente, era el primer valedor de De Miguel frente al ministro de Trabajo y hombre fuerte del PP valenciano, Eduardo Zaplana, partidario de otros candidatos. En su discurso, Camps habló de "una noche especial" y añadió que, ante la decisión de De Miguel de no seguir, "el sentir de todos" era darle las gracias por el "esfuerzo, la responsabilidad y la honorabilidad" demostradas. "Ha hecho fácil lo difícil al frente de un gran equipo", dijo Camps.

La retirada de Julio de Miguel, atribuida por fuentes del sector financiero al resultado de un pulso entre Camps y Zaplana, aumenta las opciones del ex presidente del Consell José Luis Olivas, que ayer mismo se dejó ver por la reunión del comité ejecutivo del PP valenciano.

La proximidad del proceso de renovación de los órganos de gobierno de Bancaixa, que incluye la presidencia y cuatro vicepresidencias, ha desatado las tensiones en el seno del Partido Popular. Una de las cuestiones que se ponían en duda era la continuidad de Julio de Miguel al frente de la caja de ahorros valenciana o su sustitución por otro candidato, que podría ser el ex presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, sin destino tras abandonar su corta estancia como presidente del Consell. Una parte de esta duda, al menos, quedó despejada anoche.

Arturo Virosque es otro de los vicepresidentes salientes, junto con Eduardo Montesinos, por el grupo de ayuntamientos, y Manuel Breva, Enrique Martinavarro y Manuel Ríos por el grupo de la Generalitat.