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Un accidente mortal en la N-I crea el caos en la salida norte de Madrid

La carga de un camión se desplomó desde un puente y aplastó un coche

F. Javier Barroso

Las carreteras de salida de la zona norte de la capital se convirtieron al mediodía de ayer en una trampa para los conductores, que tuvieron que soportar atascos kilométricos. El vuelco de un camión cargado con planchas de aglomerado en uno de los puentes de la M-40 y la posterior caída de la carga sobre un Mercedes que circulaba por la N-I provocaron el corte de esta carretera durante seis horas. El tráfico fue desviado por la carretera de Colmenar, la M-40, la M-50 y la carretera del aeropuerto. Los conductores del camión y del Mercedes, de 22 y 68 años, murieron.

El accidente se produjo sobre la una de la tarde a la altura del kilómetro 12,500 de la autovía de Burgos (N-I), en el término municipal de Madrid, cuando un camión cargado de tableros que circulaba hacia Madrid tomó la desviación para incorporarse a la M-40 y cruzó un puente que atravesaba la N-I. Cuando se encontraba a mitad del puente volcó, lo que ocasionó que cayera a los carriles de salida de la N-I gran parte de los tableros que portaba. También se vinieron abajo 30 metros de barandilla. "Todavía hay que estudiar el caso con detenimiento y ver el tacógrafo, pero las primeras investigaciones apuntan a la unión de varios factores, como el fuerte viento reinante, que se haya movido la carga y algo de exceso de velocidad", comentaron fuentes de la Guardia Civil.

La carga se desplomó sobre la N-I en el preciso instante en que pasaba un Mercedes de color negro que era conducido por Francisco Martínez Navarro, de 68 años. Iba acompañado por su esposa, Petra Serrano, de 71 años. La caída de las tablas desde unos veinte metros de altura aplastó al turismo y provocó que Martínez muriera en el acto. También cayó al asfalto de la N-I el conductor del camión, que no llevaba cinturón de seguridad.Los tablones impactaron en el techo del vehículo, lo que motivó que el conductor recibiera un brutal golpe en la cabeza que le mató en el acto. Los médicos del Samur-Protección Civil sólo pudieron certificar su muerte.

Otra parte de la carga afectó a su esposa, Petra S., de 71 años, que resultó herida de carácter "extremadamente grave", según explicó un portavoz de Emergencias 112. Sufría traumatismos torácico, abdominal y craneoencefálico, con hundimiento de la región temporal. La mujer, que tuvo que ser rescatada por los bomberos de la Comunidad de Madrid, entró en parada cardiorrespiratoria, pero fue reanimada por los facultativos del Summa que se desplazaron al lugar. La víctima fue trasladada en un helicóptero medicalizado del servicio urgencias médicas de la Comunidad de Madrid a las urgencias del hospital Doce de Octubre. Un portavoz del centro señaló ayer que el estado de la mujer era "muy grave".

En el Mercedes 300, con matrícula 9855 BDZ, viajaba en una caja violeta la mascota del matrimonio, un conejo, que resultó ileso. El matrimonio residía en la colonia de El Viso, en Chamartín, según fuentes policiales. Un Peugeot 205 blanco que circulaba tras el Mercedes colisionó con este vehículo, aunque sus ocupantes no resultaron heridos.

Caída mortal

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La fuerza del accidente hizo que el conductor del camión, Fernando N. F., de 22 años, cayera desde el puente, desde una altura de unos de 20 metros (cinco pisos de un edificio). El chófer, que viajaba sin cinturón de seguridad, chocó contra el asfalto de la N-I, lo que le produjo traumatismos abdominal, torácico y craneoencefálico de carácter gravísimo. Fue trasladado en una UVI del Samur al hospital Ramón y Cajal con pronóstico crítico. Según una portavoz de Emergencias Madrid, pereció a las cinco horas de ingresar en el hospital.

El teléfono de Emergencias 112 recibió numerosas de llamada de petición de auxilio de conductores que presenciaron el accidente. Los bomberos del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid tuvieron grandes dificultades para cortar el amasijo de hierros en que quedó convertido el remolque del camión y recuperar parte de la carga, que estuvo a punto de caer a la autovía de Burgos. Tuvieron que utilizar grúas de grandes dimensiones e ir con extremo cuidado, lo que ralentizó la apertura al tráfico de la autovía.

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil investiga el accidente. Ayer estaba pendiente de estudiar el disco tacógrafo, que indica la velocidad a la que circulaba el camión, y el estado de la vía. "Creemos que podría haber exceso de velocidad, ya que hay señales de frenazo antes del vuelco", señalaron fuentes del instituto armado. El límite de velocidad en esa incorporación de la M-40 es de 60 kilómetros por hora.

El accidente se produjo en plena hora punta de salida de la capital, lo que provocó grandes atascos en todas las carreteras limítrofes. La Guardia Civil cerró al tráfico la autovía de Burgos hasta que fueron retirados el camión siniestrado y la carga que no cayó a la N-I. El cierre de esta vía produjo retenciones de unos siete kilómetros en ambos sentidos. Los conductores fueron desviados por la vía de servicio de la N-I y por la M-40. También fue recomendada por la Dirección General de Tráfico (DGT) la M-607, la carretera de Colmenar Viejo, que quedó colapsada sobre las 14.30. El tráfico en la carretera de Burgos (N-I) quedó restablecido en el sentido entrada a Madrid minutos antes de las seis de la tarde tras permanecer cortado a la circulación rodada durante más de cinco horas y media, según un portavoz de la DGT.

La circulación en sentido salida, donde se produjo el accidente, continuó cortada hasta las siete de la tarde.

Un bombero observa el cadáver del conductor del Mercedes 300 fallecido tras caerle encima los tablones de aglomerado en la N-I.
Un bombero observa el cadáver del conductor del Mercedes 300 fallecido tras caerle encima los tablones de aglomerado en la N-I.RICARDO GUTIÉRREZ

Chalecos en las farmacias

Las farmacias de la región comenzarán a vender a partir de la próxima semana chalecos reflectantes destinados a peatones, ciclistas, motoristas y conductores que desciendan de su vehículo en condiciones de baja visibilidad, avería o auxilio.

El coste del chaleco será de unos doce euros, de los que 50 céntimos se destinarán a la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular (Aesleme), promotora de la idea junto con el Colegio de Farmacéuticos de Madrid, la Dirección General de Tráfico (DGT), la empresa 3M, la Comunidad de Madrid y la Fundación Cofares.

El dinero que recaude la asociación se destinará a continuar la campaña de prevención de accidentes de tráfico Te puede pasar en los centros escolares.

La DGT obligará a llevar chaleco reflectante en todos los vehículos a partir del próximo año. Su obligatoriedad se hará de forma paulatina para que no haya problemas de desabastecimiento en los puntos de venta, como ocurrió con los triángulos de averías, según señaló el director de Tráfico, Carlos Muñoz Repiso.

La directora de Aesleme, Mar Cogollos, explicó ayer que entre el 70% y el 90% de los accidentes son debidos al factor humano, e incidió en la importancia de llevar el chaleco en el interior del vehículo, ya que el año pasado se registraron 11.633 atropellos, de los que 1.578 fueron en vías interurbanas y 10.055 en vías urbanas.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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