Zapatero propone una nueva política laboral para acabar con la precariedad
El líder socialista plantea diez medidas para impulsar la estabilidad en el empleo
El PSOE propondrá en las próximas elecciones generales un giro radical en el mercado de trabajo para combatir la precariedad laboral. El secretario general del partido socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, presentó ayer un decálogo para impulsar la estabilidad que incluye la reforma de los contratos temporales, estímulos para las empresas que fomenten la contratación indefinida y la creación de una Agencia para la Calidad en el Empleo. Estas medidas serán sometidas a debate con sindicatos y empresarios, explicó Zapatero, que recriminó al Gobierno del PP que no haya promovido "ni una medida" en esta legislatura para paliar el hecho de que ahora el 30% de los empleos sean eventuales.
Los socialistas están determinados a convertir la lucha contra la precariedad en un "compromiso esencial" del programa electoral con el que acudirán a los comicios de marzo de 2004. Nueve de cada diez empleos que se crean en España son temporales, recordó Zapatero basándose en datos del Instituto Nacional de Empleo (Inem). Una realidad que, a juicio del dirigente socialista, "no reconoce el Gobierno". Y a continuación lanzó una advertencia: "Si no se produce un giro evidente en el mercado de trabajo ni se llevan a cabo políticas activas para acabar con la precariedad, las consecuencias en la productividad y competitividad de la economía española se verán dañadas en el corto plazo".
Para conseguirlo, Zapatero desgranó ayer, durante su intervención en una jornada sobre precariedad laboral organizada en el Congreso por el Grupo Socialista, las diez medidas que forman parte de lo que él mismo llamó "ambicioso plan de actuaciones". Se trata de las líneas generales, ya que los miembros del equipo electoral del candidato socialista a la presidencia del Gobierno están trabajando en su desarrollo, coordinados por el portavoz de Empleo, Ramón Jáuregui..
Los socialistas estiman que los contratos basura, que han ido proliferando tras las sucesivas reformas laborales llevadas a cabo por el PP y que ya empezaron durante el Gobierno socialista, han tomado una dimensión que no son la excepción sino la norma. Zapatero propone reformar las modalidades de contratación temporal de manera que estos contratos se vinculen al llamado principio de causalidad, es decir, evitar que un puesto que teóricamente debería ser fijo se cubra con una cadena de contratos eventuales.
En estas jornadas, presididas por el portavoz parlamentario y coordinador del programa electoral, Jesús Caldera, y por el responsable de Política Económica del PSOE, Jordi Sevilla, asistieron la mayoría de los parlamentarios relacionados con la Economía y con el Empleo, a los que Zapatero animó para que debatieran sobre medidas laborales. El decálogo que ayer presentó supone un avance muy parcial del "ambicioso" programa en materia de empleo que los socialistas quieren presentar para las elecciones generales del mes de marzo.
Una vez más, el líder socialista vinculó la situación laboral de España, es decir, su precariedad, con la falta de oportunidades de los jóvenes y su imposibilidad de emanciparse de la tutela familiar al resultar inaccesible la compra de una vivienda. El 30% de los contratos son temporales o nueve de cada diez de los que se suscriben tienen una duración media de diez días. Por eso, el líder socialista basará las reformas que propondrá en su programa al cumplimiento riguroso de la "causalidad", y no "al fraude" que, a su juicio, ahora se hace.
El cuadro descrito por el PSOE es compartido en líneas generales por UGT, según señaló ayer su secretario general, Cándido Méndez. "El diagnóstico sobre la situación laboral es correcto", señaló Méndez. El dirigente sindical añadió que, en todo caso, los cambios sobre el modelo laboral tienen que ser abordados por los agentes sociales, es decir, patronal y sindicatos.
El máximo dirigente de UGT señaló a este periódico que el protagonismo debe ser para "el diálogo social" y, sobre el fondo de la cuestión, opinó que los cambios deben abordarse como un conjunto de medidas que no sólo afectan al "componente laboral sino también al mercantil", es decir, a las relaciones laborales con las empresas. "No sólo se trata de analizar la labor de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT), que se han configurado como una fórmula barata de contratación, sino de las empresas de servicios que utilizan la externalización a través de subcontratas: Ese conjunto es el que hay que revisar", señala Méndez.
Una labor más intensa de la Inspección de Trabajo es esencial tanto para el PSOE como para UGT.
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