4 de julio
Estoy la mar de contento porque voy camino de tener una fiesta más en este país que no sale de ellas. Quizás el lector de esta misiva se pregunte ¿qué fiesta será? La respuesta es muy clara para todo aquel que lea cualquier periódico o escuche radio y televisión, pues, cada vez que nuestro excelso presidente habla sobre Irak, resoluciones de la ONU o de su gran amigo Bush, nos da las pistas para detectar esa nueva fiesta y más cuando en el desfile militar se dio cabida a la bandera de Estados Unidos.
Este país sigue el camino de ser una estrella más de esa bandera, ¿o sólo llegará a ser un país asociado como Puerto Rico o Euskadi? El tiempo lo dirá, pero de momento y cuando menos lo esperemos, tendremos establecida como fiesta nacional el día 4 de julio, fiesta que no necesitará ni consenso ni discusión en el hemiciclo nacional.
Un gran Decreto de la mayoría absoluta que tanto enorgullece a nuestro insigne mandatario nos hará un implante festivo de la gran fiesta americana ¿comeremos pavo?, para que sirva de homenaje a esa gran ¿amistad? que nos une a su presidente o será por ser sus fieles ¿aliados o vasallos?
Demos gracias por trabajar un día menos; el descanso nunca viene mal, aunque hay mucha gente que sufre con tanta fiesta seguida o por descansar demasiado.
