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ELECCIONES EN CATALUÑA

Mas pide el voto para "no entregar Cataluña a los poderes de Madrid"

El candidato alerta a los empresarios sobre un gobierno de izquierdas

Mas o Maragall. CiU o PSC. No caben más posibilidades de elección a juicio de Artur Mas, quien ayer se estrenó como candidato a la presidencia de la Generalitat en una campaña electoral, la primera sin Jordi Pujol como cabeza de cartel. Ante un millar de personas, Mas hizo un llamamiento a votar a Convergència i Unió (CiU) como el mejor tributo a Pujol y para no "entregar Cataluña a los poderes políticos de Madrid".

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Ese ente denominado Madrid, que tanta aprensión y temor provoca a los nacionalistas, emergió en el discurso del candidato de CiU, segundos antes de la medianoche. La federación inició ayer en Barcelona una cuenta atrás de 15 días que suponen el principal reto electoral al que se han enfrentado los nacionalistas en estos 23 años al frente de la Generalitat.

En el polideportivo de la Illa Diagonal, Jordi Pujol, Josep Antoni Duran Lleida y Artur Mas -el denominado tridente- se conjuraron públicamente para alcanzar el 16-N la séptima victoria electoral. Y juntos pidieron el voto para una formación política que definieron como la única capaz de defender los intereses de Cataluña y la que "reúne a todas las personas que aman su país". Mas reclamó un Sí a Catalunya -lema electoral de CiU- , para que "Cataluña no sea entregada a los poderes políticos de Madrid", como sucedería, afirmó, con una victoria de Pasqual Maragall.

Arropado con consignas de "Mas, presidente", que el mismo Pujol exhortó a corear desde la tribuna, el candidato inició su discurso con un "gracias", por su designación como delfin. Mas evitó ahondar en las críticas a sus rivales en esta carrera electoral. Ya se encargó Duran Lleida de arremeter contra socialistas, populares y republicanos. Sobre el PSC, el líder democristiano volvió a utilizar el manido argumento de su subordinación al PSOE; al popular Josep Piqué le acusó de obsesionarse con CiU; y sobre Esquerra Republicana dijo que en vez de garantizar la catalanidad "garantiza la presidencia de Maragall".

El acto de medianoche fue para Artur Mas el colofón de una jornada dedicada enteramente a la economía. El candidato pidió a los empresarios catalanes, con quien se reunió en dos ocasiones, que le otorguen la misma confianza que a Jordi Pujol. Para ello, se esforzó en subrayar la línea continuista de su proyecto y en aplacar ciertos temores sobre la radicalización del discurso de CiU. Como ya hiciera la semana pasada José María Aznar, Mas alertó de que un Gobeirno de izquierdas no garantiza el progreso ni la estabilidad.

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"CiU no va contra España, sino a favor de Cataluña", subrayó el conseller en cap, en un intento de ganarse su apoyo. Mas reconoció los frutos, sobre todo en política económica, que ha dado la colaboración entre nacionalistas y populares en el Congreso, pero advirtió a continuación de la política contraria a los intereses de Cataluña que practica, en su opinión, el PP.Y puso como ejemplo la OPA fallida de Gas Natural sobre Iberdrola.

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