María Jiménez cuenta su turbulenta vida en quince canciones
"Todos los temas del disco son autobiográficos", asegura la cantante
Vestida de virgen, fumando y con lágrimas de sangre. La portada del nuevo disco de la cantante María Jiménez es sólo un anuncio de lo que guarda dentro. La cantante define De María... a María... con sus dolores como el disco más "autobiográfico" de su larga carrera. El álbum reúne canciones de Sabina, Mina -Va bene-, el Soy rebelde que popularizó Jeanette y dos canciones propias. En una de ellas, Mamarracho - "hay más mamarrachos que tejas"-, se desquita a gusto con algunos de los hombres de su vida.
La entrevista se lleva a cabo en un céntrico hotel de Madrid a mediodía. María Jiménez llega con media hora de retraso, un paquete de tabaco rubio en una mano y un whisky con coca-cola. De María... a María...con sus dolores incluye un CD grabable para el que quiera hacer una copia casera. "Cópiame, pero no me violes", asegura la cantante, convencida de que hay que tomar medidas urgentes contra el top manta. "Si al público le pones una pera en dulce se acostumbra", añade. "Pero la culpa de la piratería no es de la gente, la culpa es del Gobierno, que no toma medidas. Yo el día que no trabajo no cobro, y este disco es el fruto del trabajo de tres meses a una media de 18 horas diarias". Donde más duele, el disco anterior de esta artista, con el que reapareció tras años de silencio cantando versiones de Sabina, superó las 250.000 copias, y su libro de memorias, Calla canalla, vendió 65.000 ejemplares, unas cifras muy importante que, sin embargo, no la han cambiado.
Se define como una superviviente que se niega a deprimirse. "De María... a María... con sus dolores es como una bandera con la que echo fuera todo lo que llevo dentro. Si yo he logrado salir del túnel oscuro en el que me encontraba seguro que otros pueden hacerlo. En esos casos hay que llegar a la orilla como sea", dice la cantante de Háblame en la cama. En el disco anterior salía en la portada vestida de pavo real y fue fruto de un sueño, en el que se imaginó ataviada con plumas de colores. En el nuevo va de virgen. "Cada álbum responde a unas circunstancias. Éste es una plegaria a la Virgen, de la que soy devota". Todos los temas de De María... a María.... con sus dolores son autobiográficos -"es el disco de mi vida"- y es que ella no puede cantar sin implicarse. "Hermana mía, échame un poquito de ajo, / con ese hermano y con su hijo al carajo, / ay qué rico y qué fresquito está el gazpacho, / que estoy hartita de vivir con mamarrachos", canta la Jiménez en su nuevo álbum, en el que debuta como coproductora. Mamarracho, dice, es su forma de situarse ante las injusticias y de protestar contra los que tratan de vender su imagen.
A sus 53 años, María Jiménez sigue siendo una rebelde. En el nuevo disco canta la canción que popularizó Jeanette con un desgarro estremecedor. "Ella era una rebelde de la época y yo soy una rebelde en tiempos de democracia", apunta. Además de Soy rebelde, el álbum reúne otras 14 canciones, entre las que destacan la variedad de autores, desde Sabina - "mi relación con él no es ni buena ni mala. No nos vemos y hablar con él es imposible"- hasta Mina, con la que se identifica bastante, especialmente por la tendencia de ambas a colgarse cosas en el pelo y a expresarse con total libertad. "Todavía no he visto a un pájaro con mochila. Me siento un purasangre que no ha encontrado un buen jinete".
De la tele, aclara, le gustan los documentales sobre animales y las noticias sobre el Discovery. "Lo demás no lo veo, aunque respeto a la gente que se dedica al corazón". Ahora vive en Chiclana (Cádiz) y asegura que sólo tiene tiempo para su trabajo y su hijo de 20 años. "Últimamente, estoy muy creativa y con muchas ganas de hacer cosas. Estoy pintando mucho, me esperan cinco exposiciones, en Madrid, Barcelona, Bilbao, París y Nueva York, y he creado un nuevo perfume para la mujer". Imparable.
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