"El mar nos separa y también nos une"
El marroquí Khalid Raissouni, premiado por un poemario en español dedicado a Cernuda
Más allá de la frontera que fija el Estrecho de Gibraltar, Andalucía se empeña hoy en abrirse a Marruecos aprovechando cualquier resquicio que le permita desarrollar proyectos junto a este país. La poesía puede ser un buen argumento para hacer realidad el empeño. Los propios marroquíes, o al menos una gran parte de su clase intelectual, trabaja, también, desde hace ya tiempo, en esta dirección. Khalid Raissouni, poeta y profesor de árabe en el instituto español Severo Ochoa de Tánger, es un claro exponente de ello.
El autor marroquí, último ganador del premio Rafael Alberti de poesía -que desde 1999 convoca cada año la Consejería de Educación de la Embajada de España en Marruecos- defiende la necesidad de realizar "un esfuerzo común" entre los pueblos de ambas orillas "para seguir avanzando en el mutuo conocimiento".
Casado con una ceutí y padre de dos hijos, el poeta Khalid presume, a sus 39 años, de conocer "bastante bien" la cultura andaluza y del resto del España. Ha traducido al árabe a García Lorca (Cante Jondo, Poeta en Nueva York, Diván del Tamarit), a Rafael Alberti (Sobre los ángeles), a Cernuda, a Aleixandre... "Y a otros autores de la Generación del 27, 36 y 50", añade. Asimismo, poetas marroquíes, sirios y egipcios han pasado mediante su pluma del árabe clásico a la lengua de Cervantes.
Khalid Raissouni no oculta su pasión por Andalucía. "Tierra de poetas", afirma. Asegura que los de "aquí y de allá", "todos", tienen las mismas fuentes de inspiración: "Nuestro pasado común". "No tengo ninguna duda de que el mestizaje cultural entre ambas orillas es posible; y desde luego es necesario. El mar que nos separa es también el que nos une", se reafirma.
En el comienzo del poemario Más allá del olvido, dedicado a Cernuda, con el que acaba de ganar la quinta edición del premio de poesía Rafael Alberti, este licenciado en Filología árabe y camino de licenciarse también en Filología española por la Universidad de Tetuán, escribe: "En el infierno de la pasión, / a ciegas anda el poeta con su sombra, / bajo la transparencia asfixiada / de un otoño sin reflejo". Y más adelante: "Y el mar que siempre te devolvió la palabra / nunca limpiará los muertos / si mueren en el silencio". Es decir, el poeta marroquí no rehúye hablar del infierno de las pateras en el abismo del mar del Estrecho.
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