Un complejo cultural "para mi gente"
El modisto Paco Rabanne (Pasaia, Guipúzcoa, 1934) regresó ayer a su localidad natal con una hogaza de pan bajo el brazo: levantar un complejo cultural que sirva para perpetuar su obra, apoyar a los jóvenes diseñadores vascos y regenerar una de las zonas más depauperadas de la comarca de San Sebastián. "Yo nací aquí y tengo este rincón de Guipúzcoa en mi corazón", dijo. "Me han pedido que ubique este espacio en Madrid y Barcelona y he dicho que no". La idea es levantar un museo, un instituto internacional de la moda, un hotel y una pasarela con gran protagonismo del diseño vasco en una dársena de La Herrera. Rabanne está decidido a crear su obra más ambiciosa y cuenta para ello con el apoyo del Ayuntamiento de su localidad natal -cuya alcaldesa, Izaskun Gómez (PSE), está negociando con la Autoridad Portuaria la cesión de los terrenos- y de los ayuntamientos de la comarca. Pero aún no existe un anteproyecto, ni un presupuesto aproximado del coste de este complejo, que el Consistorio incluirá dentro del Plan Urbano de regeneración de la Bahía de Pasaia. "Hace más de 40 años que trabajo en todo el planeta (...) y pienso que este espacio puede ser una atracción fantástica para toda la comarca", señaló. "Pero si este proyecto se hace no quiero que sea un proyecto del egoísmo, quiero que sea para mi pueblo, para mi gente". Rabanne sueña con un complejo innovador, un espacio "vivo y regenerador" que sirva además de plataforma a los nuevos valores de la moda vasca. ¿El Instituto será un centro homologado? "Jamás he hecho una moda homologable. Para hacer moda no hay que tener diploma, hay que tener talento, el deseo de ir más lejos en tu trabajo", respondió.-
