El Celta desquicia al Espanyol, que acaba con nueve
Si al Espanyol ya le cuesta Dios y ayuda racionalizar su estilo de juego, no es extraño que un par de acciones raras e imprevisibles como el penalti con el que fue castigado por Daudén Ibáñez antes de que se cumpliera el cuarto de hora y la expulsión de Wome a la media hora le condenaran una vez más, y ya van seis, a la derrota.
Esta vez, ante el Celta, se trató de algo más que de una derrota. Fue un naufragio absoluto. El Celta se limitó a aprovechar las facilidades que le brindó un equipo con el que Clemente ya no sabe qué hacer de tantas vueltas como le ha dado: ayer utilizó un desacostumbrado 4-3-3. Para más inri, no logró reponerse a ese desalentador inicio ni encontró manera de recomponerse y dar con un punto de inflexión. A la que se encontró con los primeros inconvenientes, el Espanyol se desquició. Wome, tan proclive a hacerse acreedor a las tarjetas de todos los colores, se autoexpulsó con un manotazo a la cara del provocador Juanfran.
ESPANYOL 0 - CELTA 4
Espanyol: Lemmens; Tayfun, Lopo, Torricelli, David García; Morales (Jordi, m. 62), Domoraud, Wome; Maxi, Tamudo (Raúl Molina, m. 74) y Bobson (Àlex Fernández, m. 46).
Celta: Cavallero; Velasco, Cáceres, Berizzo, Sylvinho; Luccin, José Ignacio; Jesuli (Ángle, m. 76), Mostovoi (Jandro, m. 79), Juanfran; y Milosevic (Catanha, m. 79).
Goles: 0-1. M. 15. Luccin, de penalti.
0-2. M. 58. Milosevic regatea a Lopo y marca a media altura.
0-3. M. 74. Mostovoi, de penalti.
0-4. M. 88. Jandro,de vaselina.
Árbitro: Daudén. Expulsó a Wome (m. 33) y Lemmens (m. 74). Amonestó a Lopo, Tamudo, Torricelli, Velasco y Clemente.
13.600 espectadores en Montjuïc.
A partir de ahí empezó el vertiginoso desplome del Espanyol, que concluyó en una segunda parte surrealista. Muy partido, roto en todas sus líneas, a pesar de la entrada de Àlex Fernández tras el descanso, recibió tres goles más tras ver como un tiro de Juanfran hacía temblar el larguero de Lemmens. El portero belga también fue expulsado tras cometer un penalti sobre el propio Juanfran. Torricelli tuvo que situarse bajo los palos y los jugadores del Espanyol acabaron implorando a los del Celta que no hicieran sangre, hasta el punto de que abroncaron a Jandro por dejar en evidencia al lateral italiano reconvertido en portero y marcar el cuarto tanto de vaselina.
Luccin y José Ignacio manejaron el juego a su antojo y Juanfran se convirtió en una pesadilla para la defensa del Espanyol, que aumentó su vulnerabilidad cuando Velasco se decidió a ganar metros por la derecha del ataque gallego. Fue un paseo para el Celta, que, tras su excelente partido en el campo del Ajax, donde pese a todo perdió, y su floja trayectoria en la Liga, necesitaba una goleada reparadora.
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