Y con dulce, ¿por qué no?
El sabor tan fuerte y picante que el hongo Penicillium -capaz de matar cualquier vino que se lo ponga por delante- provoca en el queso de Cabrales hace que su maridaje sea un coto cerrado de vinos tintos muy tánicos.
Como pretendiente bien se puede proponer el navarro Alzania Selección Privada, un tinto elaborado con cabernet sauvignon y merlot que está siendo la revelación del año en el panorama vitivinícola español. Prueba de este reconocimiento es el primer puesto conseguido en Madrid en el marco de la asamblea de los sumilleres de España.
Si después de probar el Alzania, el cabrales camina en solitario por nuestro paladar, un reto puede ser atreverse también con un oporto dulce. Su alcohol y dulzor mitigarán el picante, dando como resultado un baile acompasado de sensaciones en el paladar. La pareja sería un buen L.B.V. de 1997 de la Quinta Do Vale Mina.
Esta finca recibe su nombre de los romanos que exploraron en el valle minas a cielo abierto de oro, plata y estaño. Una vez abandonadas, se cubrieron con tierra para la plantación de viñedos y olivos.
La cosecha de 1997 resultó muy complicada, aunque a su término se pudo salvar con unas uvas que maduraron dando una alta concentración de azúcares. El L.B.V. tiene un color rojo púrpura con aromas muy concentrados de maduración con frutos rojos, arándanos y endrinas, algo muy característico de la finca.
Otro caldo que no dejará indiferente al penicillium son los Pedro Ximénez. Su alto contenido en azúcares les capacitan para igualar la contienda. Y si hablamos de P.X. tenemos que acudir a su cuna natural de Montilla-Moriles. Allí, Bodegas Robles elabora un vino joven de cultivo ecológico sobre las tierras blancas y alabarizas. Después de la recolección, las uvas son pasificadas al sol para dar lugar a un mosto de color dorado rojizo con aromas a miel flores y pasas. El paladar es untoso, graso y muy dulce y rico en matices.
Esta apuesta por combinar un dulce con cabrales, aunque parezca una locura, es una locura muy sabrosa que merece la pena.
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