Comodidad y economía

El nuevo Ypsilon mantiene el toque elegante y exclusivo de los mejores Lancia en un formato pequeño e ideal para la ciudad. Es un utilitario de diseño con un estilo muy marcado y permite personalizar el interior según el gusto de cada uno porque está pensado para seguir las modas y en especial para seducir al público femenino.

Pero, aparte de aspirar a convertirse en objeto de deseo, este coche ofrece detalles muy bien resueltos que refuerzan sus aptitudes urbanas y facilitan la conducción: acceso interior, posición del cambio en la consola, dirección Dualdrive con dos reglajes de dureza -para aparcar y para carretera-, el tacto de los mandos, la posición de conducción con un volante grueso regulable en altura y distancia...

Un Lancia pequeño de gasóleo

Gracias al nuevo motor 1.3 16v. JTD de 70 CV estrenado ya en los Fiat Punto y Opel Corsa, el Ypsilon es el primer Lancia pequeño con motor de gasóleo. Se trata de una mecánica a la última que incluye todo: inyección Multijet y raíl común de segunda generación, 16 válvulas... y un peso liviano de sólo 130 kilos.

Al margen de su brillante respuesta al acelerador, destaca por su tacto suave, refinado y silencioso. Tiene fuerza a bajo régimen, pero como pesa casi 100 kilos más que el Punto, le falta empuje, tarda más en recuperarse cuando se queda bajo de vueltas y exige reducir más a menudo en ciudad. Sin embargo, una vez que supera las 1.800 revoluciones acelera con brío, encadena las marchas con rapidez y, a pesar de su baja cilindrada, ofrece unas prestaciones correctas para viajar a buen ritmo. Además afronta las subidas sin pereza y sólo le falta más brío al adelantar y a plena carga.

Otra de sus armas es el consumo. Gasta más que el Fiat, pero es uno de los utilitarios más económicos: unos cinco litros en conducción tranquila, alrededor de siete en conducción rápida y cerca de ocho litros en ciudad.

Aplomo y confort

El Ypsilon tiene un tacto sólido, está bien aislado por dentro y da sensación de robustez, sobre todo con las ruedas opcionales de la unidad de pruebas (195/55/15), más que suficientes para este motor, aunque se ofrecen también hasta llantas de 16 pulgadas. Pero aunque el nuevo Lancia es un coche pequeño, tiene el aplomo de otros modelos más grandes en trazados rápidos: se agarra bien y permite viajar con confort y seguridad. En trazados sinuosos se desenvuelve con agilidad, balancea poco en las curvas y tiene una dirección muy agradable y precisa. Y absorbe bien los baches cuando el piso está en mal estado.

Sólo le falta un mejor accionamiento del cambio: es lento y con recorridos largos de palanca. Los frenos paran bien y el ABS de serie funciona con precisión. Además puede incluir el control de estabilidad ESP (opcional), muy recomendable, pero en este caso injustificadamente caro (600 euros).