_
_
_
_
Crítica:DORMIR
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Torreón y almenas privadas en la habitación 53

CASTILLO DEL BUEN AMOR, una cuidada reforma de un fuerte del siglo XV cerca de Salamanca

Si los Reyes Católicos levantaran la cabeza, Dios no lo quiera, perderían el cetro y hasta las polainas por encerrarse un fin de semana en el aposento 53 de su antiguo baluarte salmantino, convertido recientemente en un hotel de verdadero lujo y encanto. Desde sus almenas privadas, en el torreón norte, se goza de inigualables vistas sobre la dehesa de encinas, olivos y pinos piñoneros que se extiende más allá del foso y de sus pasadizos secretos. Isabel y Fernando cedieron el castillo a su lugarteniente Alonso de Valencia por su lealtad en la toma de Zamora, bajo el dominio de La Beltraneja; más tarde pasó a manos del arzobispo Fonseca, y luego a los antecesores de sus actuales propietarios, la familia Fernández-Trocóniz.

CASTILLO DEL BUEN AMOR

Categoría oficial: sin clasificación. Dirección: carretera N-630. Villanueva de Cañedo, Topas (Salamanca). Teléfono: 923 35 50 02. Fax: 923 35 51 12. 'Web': www.buenamor.net. Instalaciones: jardín, piscina, salón con chimenea, sala para convenciones (70 personas), bar, restaurante. Habitaciones: 44 dobles y 1 'junior suite'; todas con baño, calefacción, aire acondicionado, teléfono, minibar, televisión color y secador. Servicios: no hay facilidades para discapacitados, admite animales de compañía. Precios: todo el año, 100 euros + 7% IVA; 'junior suite', 140 + 7% IVA; desayuno, 10 + 7% IVA. Tarjetas de crédito: Master Card, Visa, 6000.

Arquitectura ... 9

Decoración ... 8

Estado de conservación ... 9

Confortabilidad habitaciones ... 9

Aseos ... 9

Ambiente ... 9

Desayuno ... 5

Atención ... 8

Tranquilidad ... 10

Instalaciones ... 7

Para hacerse una idea de la monumentalidad del recinto baste decir que sus muros alcanzan en la fachada los tres metros de espesor, y que en torno al patio renacentista -gótico en sus orígenes- se alinean seis salones de fuste aristocrático, ricamente decorados con armaduras, yelmos, alfarjes, trofeos de caza, chimeneas, poltronas, arcones, bargueños, óleos y tapices auténticos: el Salón Verde, la biblioteca, el bar, el Salón de Juegos, el de Nobleza, el de Caza... Un tabernáculo histórico inspirado en los paradores de turismo, incluso superior a ellos en exquisitez mobiliaria y autenticidad de las obras de arte expuestas.

De noche, bruñido por el oro luminar de unos potentes reflectores, el castillo constituye una referencia en el horizonte salmantino. Impresiona la severidad de sus sillares, la labra y policromía de sus artesonados y la edad de sus estancias, fijada en el siglo XV sobre cimientos del XI. Recata el ambiente cenobial del refectorio, donde se cena a la luz de las velas bajo una imponente bóveda de cañón. Y sobre todo estremecen las 116 hectáreas de latifundio que lo resguardan, atalaya vegetal para entregarse a la mirada existencial o a los más terapéuticos paseos. Con la cancela siempre echada, no cabe mayor intimidad para los allí hospedados. Discreción sin límites y un silencio mesetario a cualquier hora.

Viguerías originales

En un laberinto jeroglífico de pasadizos, recovecos, bóvedas, escalinatas y torreones se mimetizan las 45 habitaciones, al rumor de olvidadas rencillas entre castellanos, leoneses y portugueses. El espíritu caballeresco aún pervive en sus barbacanas, jamugas y viguerías originales, armonizadas con monitores planos de televisión, línea telefónica, apliques halógenos y dulces edredones sobre camas de tamaño imperial. Un espacio lúdico y señorial bien distinto al de tantas producciones hollywoodianas, desde El Cid hasta Lady Halcón, aunque no exento de ensoñación medieval. Todas diferentes en volúmenes y decoración, como la mencionada 53 o la 30, con una caseta de ducha enteramente revestida de pizarra, una bóveda torreana de ladrillos y tronera enrejada sobre el puente de acceso al castillo.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Si los señores del acero levantasen la cabeza sólo exigirían más madera a la hora sacrosanta del desayuno: más variedad y mejores pitanzas.

El castillo del Buen Amor guarda la leyenda de los amoríos del arzobispo Fonseca.
El castillo del Buen Amor guarda la leyenda de los amoríos del arzobispo Fonseca.

ALREDEDORES

SIN SALIR DE LA FINCA que circunscribe el hotel hay mucho monte y dehesa para ejercitarse en senderismo del suave, incluso a lo largo del foso profundo excavado a sus pies, sembrado de árboles jóvenes que afirman el antiguo amurallamiento. Buen Amor se halla a medio camino entre Salamanca y Zamora, por lo que en coche cabe planear

la visita de un día al casco monumental de cualquiera de estas dos ciudades. La primera, más próxima, tiene su catedral y su universidad, la conocida Casa de las Conchas y el vasto recinto de la plaza Mayor. El cogollo

de Zamora ofrece iglesias románicas como la de San Isidoro, San Vicente, Santa María la Nueva... Si hay tiempo, conviene extender la visita

a Toro y su colegiata, y en días de vendimia, a alguna de las bodegas que afaman esta joven denominación de origen.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_