Disney ofrece un 'gehry'

La metrópoli que tiene entre sus principales atracciones a la fábrica de sueños que es Hollywood, la que cuenta con más inmigrantes que ninguna otra ciudad del país y la que normalmente marca el paso en las tendencias sociales de Estados Unidos, celebra la apertura de lo que se considera ya su más importante monumento cultural: la Sala de Conciertos Walt Disney. Ha sido construida por Frank Ghery, el arquitecto que creó el Museo Guggenheim de Bilbao, una obra que ha causado gran impacto en todo el mundo y que sin duda vendrá a la memoria de quienes visiten el auditorio inaugurado el jueves con gran boato después de 15 años de trabajos.

Alfombra roja, largas limosinas, numerosas celebridades y lo más granado de la élite política, económica y social de la ciudad asistieron a un concierto de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles. Se tocó como pieza central La consagración de la primavera, de Stravinski, la misma composición que hace 90 años también hizo historia cuando en su estreno en París provocó desórdenes callejeros, o hace 63 años cuando fue incluida en la película animada Fantasía. La fiesta de inauguración se prolongará durante tres días. El primer día, además de la Filarmónica, cantó la popular estrella de jazz Dianna Reeves. Hoy está programado un concierto que presentarán dos estrellas del cine, Tom Hanks y Catherine Zeta-Jones.

Las primeras reacciones de entusiasmo ante el singular auditorio hacen pensar que la señora Lillian Disney, la por entonces viuda del legendario Walt Disney, tenía razón cuando en 1988 donó 50 millones de dólares para iniciar el proyecto. La idea era construir en el centro de Los Ángeles una sala de conciertos que sería no sólo de primera línea en términos de acústica y demás condiciones para la reproducción musical, sino igualmente algo especial en el diseño arquitectónico. Frank Gehry es vecino de Los Ángeles, residente de Santa Mónica, una localidad de las tantas que están unidas a esta enorme ciudad. Diseñar el Salón Disney fue por lo tanto algo especial para Gehry.

Tanto los críticos musicales como arquitectónicos han elogiado este singular monumento realizado finalmente tras diversas donaciones. Por fuera, el edificio parece una serie de gigantescos pañuelos de metal ensamblados uno tras otro. Dentro es como el estómago de una ballena o el interior de un gigantesco barco.

"Impresionante. Maravilloso", exclamó el escultor Robert Graham, una de las tantas personalidades que asistieron a la noche de gala. Cuando uno está allí se siente "como si se estuviera en el interior de un sueño de acero", resumió por su parte la cantante Mónica Mancini, hija del famoso compositor de música para películas Henry Mancini.