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ELECCIONES EN MADRID

Autorizada a última hora la celebración de un concierto neonazi en el cierre de campaña de Falange

El acto, al que acudieron unos 200 'ultras', transcurrió sin incidentes

"Están por todas partes / cada vez hay más / es como una plaga que invade tu ciudad / son unos anarquistas / también son comunistas / son como esa plaga / que hay que exterminar". Alrededor de unos 200 personas, la mayoría jóvenes cabezas rapadas, hicieron de coro a los gritos xenófobos, homófobos y antisemitas de la banda de rock neonazi Odal, anoche en la plaza de Chamberí, con el consentimiento de la Junta Electoral de Zona de Madrid. El concierto de los grupos madrileño Odal y asturiano Reconquista, de música RAC (siglas en inglés de Rock Contra el Comunismo), era la guinda musical del mitin de cierre de campaña de la Falange, y había sido desautorizado por la Junta Municipal de Chamberí. Ésta sólo había otorgado permiso para el acto político.

La Junta Electoral de Zona de Madrid, por su parte, había autorizado el mitin del partido ultraderechista porque "era un acto de cierre de campaña y nada más".

La Falange no había explicado en su solicitud que fuera a celebrarse ningún concierto después del mitin, según fuentes de la Junta Electoral. Media hora antes de que comenzara el acto, sin embargo, la Junta Electoral de Zona envió un fax, firmado por su presidente, en el que se pedía al ayuntamiento que facilitara la celebración del concierto. Se basaba en el que el resto de formaciones políticas también contaban con grupos musicales para sus fiestas-mítines de cierre de la campaña electoral.

Media hora antes del comienzo del mitin apenas se había congregado en la plaza de Chamberí una treintena de personas -la mayoría no superaba los veinte años de edad- que portaban toda clase de parafernalia ultra y mostraba la típica estética neonazi: banderas preconstitucionales -aguila en la enseña española incluido- y sin escudo, banderas rojas y negras con yugos y flechas, cruces celtas, vaqueros ajustados y con el dobladillo subido, botas negras militares y cazadoras bomber ajustadas, además del pelo totalmente rapado. Se habían reunido frente al templete de música de la plaza alrededor de un montón de cajas de cerveza y de una mesa en la que se vendían camisetas y libros de contenido neonazi. Media docena de agentes de la Policía Municipal les vigilaban desde la sede de la Junta Municipal de Chamberí.

Los agentes se acercaron y les recordaron la prohibición de la ley regional que prohíbe la venta de alcohol en la vía pública, salvo en los festejos populares. Eso no impidió que los organizadores vendieran todo tipo de refrescos y bocadillos preparados para la ocasión, a pesar de que un intenso frío asolaba toda la plaza.

A medida que se iba acercando la hora del acto, el número de congregados iba aumentado. Tomó primero la palabra una joven que irónicamente agradeció el gesto de la Junta Electoral al autorizar a última hora el concierto. Después intervino un dirigente de la Falange que animó a los congregados nada más subir al estrado con tres estruendosos gritos de "¡Arriba España!", coreado al unísono por los jóvenes congregados. Después atacó a los partidos más votados y a los medios de comunicación.

El cántico de Cara al sol y gritos de "España, una, grande y libre" y "José Antonio, presente", dieron paso a un ruidoso y poco entendible concierto de rockeros. Poco a poco los congregados se marcharon y dejaron la plaza de Chamberí vacía, ante el asombro de unos paseantes.

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