Felipe González arremete contra los políticos que dictan una forma única de sentir la nacionalidad

El ex presidente del Gobierno Felipe González lanzó ayer una serie de mensajes sobre los nacionalismos en España para quien los quisiera recoger. Sin mencionar a nadie, González señaló: "Cada uno se siente andaluz como quiere". Y añadió: "Nadie puede decirme cómo tengo que ser catalán, gallego o español". El ex presidente del Gobierno hizo estas reflexiones en la clausura de las jornadas sobre el XXV aniversario de la Constitución celebradas en Granada, en el mismo lugar donde un grupo de jóvenes de ultraderecha increparon al lehendakari, Juan José Ibarretxe.

La llegada de González a la Facultad de Derecho fue recibida por aplausos del centenar de personas que no pudieron acceder al Paraninfo donde iba a pronunciar la conferencia. El limitado aforo de la sala, unas 200 personas, se ha visto desbordado todos los días de las jornadas y ha sido la principal crítica de los estudiantes.

González incidió en que los políticos deben gobernar "sobre una realidad diversa desde el punto de vista de los sentimientos de pertenencia que tienen los ciudadanos". La prueba de esa diversidad se produjo el día anterior. Casi dos horas de enfrentamiento verbal entre un grupo de nacionalistas españoles de derecha y otro de estudiantes que gritaba contra los nacionalistas y defendían el derecho de Ibarretxe a defender su plan soberanista. "Fue una guerra civil en pequeño", resumía ayer uno de los estudiantes presentes en el altercado.

Recuerdo a Yugoslavia

González recordó que en la década de los años ochenta, Sarajevo era una ciudad moderna en la que convivían pacíficamente serbios, bosnios y croatas y que unos años después era una ruina: "Cuesta años instaurar la convivencia y muy poco destruirla". Y añadió que en el caso de la ex Yugoslavia "caso fueron los políticos los que azuzaron el fuego de los nacionalismos y de las identidades".

Como ejemplo de forma de actuación de los políticos, González citó la Constitución de 1975: "Los partidos cedimos mucho al elaborar la Constitución, pero no perdimos nada, sino que ganamos un espacio de libertad que no teníamos entonces".

El ex presidente alabó la duración de la Constitución. "Que una Constitución cumpla 25 años

en España ya es motivo de celebración". Sin embargo, sí apoyó la reforma de la Carta Magna para convertir el Senado en una cámara de representación territorial y no una cámara legislativa de segunda lectura, "que ha perdido su sentido".

Todos los sectores de la ciudad, desde partidos políticos, a la universidad, criticaron a los ultraderechistas que increparon e intentaron agredir a Ibarretxe.El rector en funciones de la Universidad de Granada, David Aguilar, confesó sentirse "muy apenado" al comprobar que lo que trascendió de la conferencia Ibarretxe impartió en la Facultad de Derecho, fueran "los insultos y el intento de agresión que sufrió. El consejero andaluz de Gobernación, Alfonso Perales, calificó de "energúmenos de extrema derecha" a los que intentaron boicotear la presencia del lehendakari vasco.