'Harriz herri, Irunberri'
La piedra, el pueblo y la plaza del pueblo, y de imagen, un buitre. La buena intención existía en el lema del Nafarroa Oinez, pero el acierto, considero que no. Se compara al euskera con la piedra porque, al igual que la dura roca, el idioma y la cultura ha perdurado hasta nuestros días; pero la imagen deja que desear, por manifestar también que la piedra es materia muerta, no evoluciona, vive anclada en el pasado y solo el cantero con mucho esfuerzo es capaz de modelar.
El pueblo no es de piedra, sufre cuando alguien intenta mezclar el euskera con la política, sufre cuando alguien mata en nombre del euskera. El pueblo está vivo, no quiere morir, no es una piedra; los vecinos se unen en la plaza para abrazar el euskera, para celebrar la fiesta, para decir a quienes matan en nombre del euskera "basta ya".
La intención era buena, ¿pero el acierto? El buitre, como un carroñero que gusta de comer despojos, merece defensa, pero no puede ser motivo para un emblema, la mascota o la imagen de una acto vivo de un acto de alegría que defienda una lengua y una cultura vivas, una cultura del pueblo vasco, de todos. Precisamente porque el euskera es de todos, nadie tiene la propiedad de la cultura, de la lengua.