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Reportaje:

Pedro que estás en los cielos

Dos expertos de la Agencia Espacial Europea explican a 150 niños de Granada la misión al espacio de Pedro Duque

La Estación Espacial Internacional (ISS) no está hoy más cerca de la Tierra que ayer. Al menos no debería. Pero hay 150 niños de cuatro colegios granadinos que sí están más cerca de la ISS después de pasar una jornada con Caroline Pujol y José Sánchez Troncoso en el Parque de las Ciencias de Granada. Pujol, licenciada en física y en telecomunicaciones, y Troncoso, ingeniero, explicaron a los niños la misión que el español Pedro Duque realiza en la ISS. Los dos trabajan en la Agencia Espacial Europea, en Holanda, responsable de la misión de Duque.

Durante una hora los dos expertos explicaron en un lenguaje lo más claro posible que la ISS es la primera estación espacial, en la que colaboran EE UU, la UE, Canadá, Japón y Rusia. Insistieron en que la vida sin gravedad difiere mucho de la de la Tierra y que Duque realizará experimentos sobre cómo se comportan las moscas en ausencia de gravedad o cómo crece una planta en el espacio, entre otros.

Los niños lo entendieron bien. Al menos los más mayores. Pero la cristalización de proteínas en microgravedad no fue lo que más les llamó la atención. "Nos han contado cómo hacen sus necesidades los astronautas", afirmaba una sonriente Lorena, de 11 años y alumna del colegio Trebenque. ¿Cómo? "Con un embudo que evita que sus necesidades se escapen volando por toda la estación", replica presta una escatológica jauría de compañeros de Lorena. La curiosidad mató al gato. Víctor, de seis años, más tranquilo, resumió al decir que había visto fotos de Pedro de pequeño.

Y es que la explicación iba acompañada de fotografías de Pedro Duque. Duque de niño, Duque entrenándose, Duque saltando en paracaídas. Sánchez Troncoso niega que se trate de hacer de Duque una especie de mito sovietico-espacial al que todos los niños españoles quieran imitar. Troncoso detalla: "Queremos explicarles el cosmos. Al mostrarles a Pedro de pequeño, y ver cómo ha llegado a astronauta, los niños se implican más en el esapcio y los viajes espaciales que si explicamos el esapcio de forma fría".

Sánchez Troncoso, gallego de 33 años, habla de Pedro porque lo conoce: "Vino a Holanda a preparar las jornadas y se puso completamente a disposición del programa. A él le encanta la divulgación y es muy abierto". Todos los niños llevaron su regalo (en general, dibujos con cohetes humeantes y estrellas en explosión) para Duque.

Sin embargo, ni las charlas ni los vídeos superaron la atracción del día: los cinco monos de astronauta de la ESA que trajeron desde Holanda. En cada uno de ellos cabían dos niños. Vestidos, los sonrientes y mellados chavales confimaron su vocación de astronautas. Salvo Juan, de siete años, que, aun con el traje puesto defendía su máxima aspiración: "De mayor quiero tener un kiosko".

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Entre las actividades, el Parque de las Ciencias montó talleres para hacer cohetes caseros. Tomen nota: Una botella de agua de litro llena a la mitad. Se le construyen tres patas de corcho para mantener la botella hacia abajo. Como tapón se coloca uno de corcho. Con una bomba de aire (como las que se usan para hinchar un balón) se introduce aire en la botella a través del tapón. Tras cuatro andanadas, la botella sale disparada a una altura considerable. Sirve para divertirse y demostrar que el aire es compresible, que aunque la botella está llena siempre cabe más aire. Aunque puede que no sea comprensible.

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