Un militar denunció fallos graves en el vuelo previo al que se estrelló en Turquía

El jefe del quinto contingente español enviado a Afganistán, teniente coronel Manuel Godoy, denunció en un informe los graves problemas de seguridad del vuelo que realizó en un Tupolev 154 entre el 13 y el 15 de mayo pasados, sólo 10 días antes del accidente del Yak-42 que costó la vida a 62 militares españoles. El documento que recoge las denuncias del jefe militar sobre la situación del avión ha sido remitido ahora por el Ministerio de Defensa al Congreso de los Diputados.

"Las puertas de emergencia estaban totalmente obstruidas [...] La trasera tenía fugas [...] y no se podía abrir [...] la tripulación intentó abrirla y no logró hacerlo". En estas circunstancias viajó el contingente militar español a Afganistán para relevar a la agrupación que pereció en Trabzon (Turquía). La denuncia ha sido remitida ahora al Congreso de los Diputados a petición del Grupo Socialista.

El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, declaró el pasado 17 de julio en el Congreso que "en ninguno de los informes finales de los jefes de misión española en Afganistán se han reflejado quejas sobre la seguridad de los aviones. Sin embargo, sí se ha comprobado que se produjeron partes de incidencias de algunos mandos sobre vuelos específicos con relación, sobre todo, a retrasos, repostajes y condiciones de confortabilidad de los vuelos". El informe del teniente coronel Manuel Godoy incide fundamentalmente en problemas de seguridad del avión.

Por otra parte, el hallazgo de dos placas identificativas, entre otros objetos, por los familiares de los 62 militares muertos en el accidente del Yak-42, que esta semana viajaron a Trabzon (Turquía) para rendirles homenaje, ha hecho que muchos de ellos protesten por el trato recibido del Gobierno.