El temporal de viento y lluvia azota Girona

El temporal de lluvia y viento azotó ayer con fuerza las comarcas gerundenses de la Garrotxa, el Alt Empordà y el Baix Empordà, donde se superaron ampliamente los 100 litros por metro cuadrado. El río Fluvià se desbordó a la altura de la Vall d'en Bas (Garrotxa) y dejó aislados por carretera a unos 200 vecinos de Hostalets d'en Bas. A primera hora de la noche, el río amenazaba con desbordarse a su paso por Olot. Las comarcas barcelonesas se vieron también afectadas por los aguaceros-sobre todo el Maresme-, pero en menor medida que en Girona. En Tarragona los aguaceros fueron menores y, como en el resto de Cataluña, afectaron a las localidades del litoral.

Las tres carreteras que comunican Hostalets d'en Bas permanecían ayer por la tarde anegadas por el agua y sólo era posible el acceso a través de una pasarela. Un técnico municipal explicó que, pese al aislamiento, todos los servicios funcionaban en la población, por lo que no se consideró tomar medidas excepcionales. Todos los escolares con dificultades para regresar a sus casas pudieron finalmente llegar a sus domicilios.

El viento derribó árboles en muchas poblaciones ampurdanesas. En Palamós y L'Escala, donde el embate de las olas acostumbra a salpicar los edificios próximos al mar, los troncos caídos dañaron algunos vehículos aparcados en la calle. También algunos árboles de la autovía entre Palafrugell y Calella se vinieron abajo. En Barcelona los vientos alcanzaron los 119 kilómetros por hora y, como ya es tradicional en casos de temporal de Levante, el oleaje se llevó la mayor parte de la arena de las playas.

Las poblaciones costeras de la Selva sufrieron desde primera hora de la mañana el embate de las olas, que en algunos puntos superaron los cinco metros de altura. Todo hace prever que el temporal engullirá la arena de algunas grandes playas, como la de Blanes. El espectacular incremento de caudal de la riera de Tossa amenazó con arrastrar algunos vehículos aparcados en sus inmediaciones, aunque al final sólo uno acabó cediendo y el agua se lo llevó hasta el mar.

Por la tarde, los bomberos llevaban más de 500 salidas en Girona y Barcelona, principalmente para retirar agua de bajos, garajes y vías públicas.

Los cortes de luz proliferaron. En la ciudad de Girona unos 5.000 abonados se quedaron sin fluido eléctrico a las ocho de la mañana, en un apagón que no estuvo totalmente resuelto hasta las doce y sulfuró a propietarios de bares y comercios del centro. Fuentes de la compañía Fecsa Endesa informaron también de diversos cortes intermitentes a causa de árboles caídos sobre las líneas o por cortocircuitos originados por el impacto de las ramas.

La flota pesquera permaneció en los puertos. A diferencia del pasado jueves, cuando algunas embarcaciones de Roses se aventuraron a faenar y se vieron obligadas a regresar, ayer no se hizo a la mar ni un solo barco de pesca.

Las lluvias registradas en las últimas horas de ayer en algunos puntos de Girona oscilaban entre 100 y 120 litros por metro cuadrado. Las previsiones meteorológicas prevén que esta cantidad podría duplicarse hoy y superar los 200 litros en todo el episodio de temporal.

La Administración mantiene la situación meteorológica de riesgo por lluvia y prevé que se prolongará hasta hoy, por lo que continúa activado el plan de emergencias Inuncat, en fase de alerta en toda Cataluña. Además, se mantiene la alerta hidrológica en las rieras del litoral de Barcelona y Girona.