Vitoria recibe la muestra con lo más granado de la 'cultura basura' actual

¿Qué tienen en común Raphael, Ed Wood, los dibujos de Charles Manson o los concursos televisivos japoneses? ¿Qué comparte Tamara con la exhibición de seres deformes como fenómeno de feria? La exposición Cultura basura. Una espeleología del gusto presenta en el Centro Cultural Montehermoso de Vitoria un recorrido por las principales aportaciones de esa corriente estética y fetichista, paralela y subterránea, siempre denostada y que por fin llega a los museos.

El gusto por lo grotesco, lo deforme, lo excéntrico, lo mal hecho a conciencia (o sin ella) se puede rastrear de un modo u otro a lo largo de la Historia. Sin embargo, quizá no haya tenido una difusión y una recepción tan amplia como en estos últimos 150 años, testigos de la implantación de la llamada cultura de masas. La muestra, que llega a Vitoria, donde se podrá visitar hasta el 15 de diciembre, tras su estreno en Barcelona, comienza con aquellos grandes carteles que anunciaban a los enanos o la mujer caimán del circo.

Aquella fascinación por la anormalidad destaca en un recorrido que cuenta con el añadido inquietante de su ubicación en el antiguo depósito de aguas, un espacio único contiguo a Montehermoso. El espectador pasa en pocos metros de los freaks a descubrir las inquietudes artísticas de algunos asesinos en serie como John Wayne Gacy, con 33 víctimas reconocidas y John Waters y Johnny Deep entre sus coleccionistas. En este apartado, se incluyen las aportaciones de Charles Manson o Nicolas Claux, El vampiro de París, cuyas pinturas son su mejor autorretrato.

No podía faltar Ed Wood, verdadero mito de la cultura basura, lo kitsch. El considerado peor director de cine de la historia cuenta con fans que forman auténtica legión. Es el más famoso de quienes a través del cine alcanzaron la fama por sus extravagancias. Siguiendo su estela, pero ya en la música, le llega el turno a Raphael, anfitrión de una corte de los milagros que tiene en la vizcaína Tamara una de sus últimas incorporaciones.

El último tramo de la muestra se emplea a fondo en las aportaciones de la televisión, el medio que ha hecho mayor de edad a la cultura basura.