La influencia de 28 niños
Un Consell de Xiquets i Xiquetes, elegido por sus compañeros, participa con sus propuestas en el Ayuntamiento de Alzira
Los niños de Alzira disfrutan desde hace tres años de un privilegio del que carecen en la práctica totalidad de las ciudades valencianas. Consiste en poder influir y participar en la vida municipal de su ciudad.
Aprovechando que el 20 de noviembre se celebra anualmente el Día de los Derechos de los Niños, en el año 2000 se creó el Consell dels Xiquets i Xiquetes a instancias del entonces alcalde, el socialista Pedro Grande.
Este consejo está inspirado en la Convención de los Derechos de los Niños aprobada por la ONU en 1989. "Se trataba de buscar un cauce para que los menores tuviesen voz en una ciudad en la que deciden los mayores", señaló Grande, quien ha calificado la experiencia como "interesante y positiva para Alzira".
La nueva alcaldesa de la capital de La Ribera Alta, Elena Bastidas, del PP, no ha dudado en proseguir la iniciativa de su predecesor socialista. Bastidas aprovechó la última renovación del consejo para mantener la primera reunión con sus nuevos representantes y escuchar directamente sus propuestas, reivindicaciones y sugerencias.
Mar, una espabilada alumna de primaria del colegio Ausiàs March, no se arredró ante la primera autoridad local y sin más preámbulo le espetó: "¿Por qué Alzira está tan sucia y abundan los excrementos de los perros en las calles?".
La alcaldesa no tuvo más remedio que reconocer que "la ciudad no está suficientemente limpia", para comprometerse, acto seguido, a entablar conversaciones con la empresa concesionaria del servicio con el fin de "revisar el contrato para mejorarlo". Y aprovechó la ocasión para anunciar la próxima instalación del primer pipi-can en el parque Pere Crespí. Carolina, Aitor, Andreu, Carla y hasta 28 alumnos que representan a los 14 colegios de primaria mantuvieron el bombardeo de preguntas durante cerca de dos horas. La mayor parte relacionadas con la falta de parques y zonas verdes, la escasa vigilancia policial en determinados lugares, los problemas derivados del excesivo tráfico y la ausencia de carriles-bici.
Uno de los temas que más preocupan a los niños son sus relaciones con la Policía Local. En la memoria que refleja la actividad del consejo durante los dos primeros años, se reclama a los agentes que "sean más atentos" con ellos y que "nos hagan caso cuando les preguntemos alguna cosa". Les piden mayor vigilancia en los lugares frecuentados por los niños y que sancionen a los conductores que no respeten las señales de tráfico y los pasos de cebra. Según el director técnico y asesor de los pequeños consejeros, Eduard Hervás, este Consell es "un órgano consultivo municipal y de participación ciudadana" que garantiza al Ayuntamiento el punto de vista de los niños "no sólo de los problemas de estricto interés infantil, sino también sobre todos aquellos temas de la ciudad que repercuten en la vida social y colectiva".
Sus funciones están bien delimitadas: desde informar a la Corporación acerca de los problemas que les afectan, hasta conocer el programa de actuación del Ayuntamiento con relación a la infancia, junto a las propuestas de soluciones y alternativas a los problemas, e incluso ser debidamente informados sobre todos los temas que se aborden en el consistorio.
A lo largo del año celebran varias reuniones, algunas de ellas con los concejales responsables de las áreas que más les afectan, como Educación, Deportes, Medio Ambiente y Parques y Jardines. La más esperada por estos jovencísimos consejeros es la que mantienen en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento cada 20 de noviembre, compartiendo escaños con los 21 ediles que conforman la Corporación local. En el próximo pleno infantil recibirán sus credenciales y aprovecharán la ocasión para recordar a los mayores sus derechos.
Grande y Bastidas, que discrepan en casi todo, coinciden al menos en la bondad de una experiencia "interesante y positiva para la ciudad". Para Eduard Hervás las reuniones de los representantes de todos los pequeños alzireños tienen una múltiple utilidad porque "favorecen las relaciones entre alumnos de diferentes centros, sectores de población y barrios de la ciudad, con un intercambio muy positivo de información y vivencia entre ellos".
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