"Hemos hecho un popurrí para ver por dónde respira la gente"
El cineasta José Antonio Escrivá (Madrid, 1952), hijo del realizador valenciano Vicente Escrivá, se estrena este año en la dirección de la Mostra de València-Cinema del Mediterrani, que arranca mañana. Apuesta por más industria y menos glamour.
Pregunta. ¿Cuál es la principal novedad de esta Mostra?
Respuesta. Aunque íbamos muy justitos de presupuesto hemos dotado al audiovisual valenciano de dos premios con el mismo montante que los de la sección oficial. Además considero importante la nueva Mercamostra, el primer mercado de las tv-movies, películas para televisión, que reunirá a más de 30 profesionales. A la larga es mucho más importante conseguir un festival con negocio que no un festival sólo con glamour. Y las tv-movies tiene un gran futuro.
P. ¿Puede contribuir esto a que la Mostra vuelva a tener repercusión nacional?
R. Según nuestro estatuto, el festival es de segunda división. La repercusión ha sido escasa porque quizá se ha hecho un festival más orientado a la fiesta y eso no ha atraído a la gente. Este año hay menos fiesta y más negocio. Hay que dar un golpe de timón.
P. Menos fiesta, más negocio, pero ¿qué hay del cine? Se echa de menos un ciclo importante para cinéfilos ¿Es una Mostra de transición?
R. No es de transición, como se ha dicho. Tengo contrato hasta el 31 de diciembre y tengo que realizar ésta y las Mostras que sean. Podía haber otros ciclos, claro. ¿A qué se refiere?
P. El ciclo de Jacques Tati tiene tan sólo cuatro filmes, no hay ciclos completos para cinéfilos como los que se hicieron de Pasolini, Rossellini...etcétera.
R. Estos ciclos estaban preparados por Cinecittà o y otros por grandes productoras o estudios. Si no, es muy difícil reunir las películas. Las filmotecas están muy escasas de películas. Se me ha criticado que la mejor película de Alfredo Landa es Los santos inocentes y no está programada. Pero no puedo poner una pistola a los productores si no existe copia en las filmotecas. Este año quería ver un poco la Mostra desde la barrera; hemos hecho un poco de todo, un popurrí, para ver por dónde respira la gente.
P. Concede mucha importancia a la industria.
R. Soy del mundo del cine, de la industria, pero no del glamour.
P. Pero ha vivido con él. Su suegra fue Silvana Mangano.
R. Sí, y mi padre Vicente Escrivá, mi suegro Dino de Laurentis... Recuerdo a los artistas en la mesa de Silvana en la época que vivió en su casa de la Moraleja de Madrid. Eran unas cenas deliciosas. Tenía una agenda en la que dibujaba dónde se sentaban los invitados en la mesa, cuál era el menú y qué joyas llevaba, para no repetirse en la siguiente.
P. ¿Cómo era ella?
R. Era una persona muy dura, muy exigente. Dio una educación muy férrea a su familia y a mis hijos. Luego perdió a su hijo casi el mismo mes que yo a mi madre y nos acercamos mucho más. Creo que los celos que tuvo su hija hacia nuestra relación rompieron nuestro matrimonio.
P. ¿Es verdad que le ofrecieron dirigir el festival que anunció el arzobispado a raíz de la polémica del pasado año por las críticas de la iglesia al ciclo Escándalo?
R. No, no. Fue una broma que salió, dado mi apellido, por lo del monseñor Escrivá.
P. Como jurado de la Mostra pasada fue reticente a darle el premio a una película tan fuerte y con tanta carga sexual como la ganadora, Le chat au deux têtes.
R. ¡Qué va! Me pareció la película más atrevida. Sí que se comentó en el jurado dos cosas: una, si dábamos una nota diciendo que la calidad de las películas no estaba al nivel de la Mostra, y dos, como vimos cómo se desarrollaba la polémica, dijimos: "Fíjate tú si encima esta película gana...". Pero no había otra película. Fue la que más impactó.
P. ¿Tiene buena relación con el PP? A la presentación [anoche] de la serie Arroz y tartana que ha dirigido se ha previsto la asistencia de Francisco Camps...
P. Y de la alcaldesa [Rita Barberá]. Mi padre y el suyo fueron amigos. Y sí, tengo buena relación con el PP, pero tampoco la tengo mala con el PSOE.
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