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Crónica:BALONCESTO | Liga ACB
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Madrid vuelve a las andadas

El TAU apaliza al equipo de Lamas, que repite los vicios del curso pasado

El Madrid se repite. Se repite su indolencia en las primeras partes de los partidos. Su falta de intensidad defensiva. Su falta de imaginación ofensiva. Su ausencia escandalosa de la cancha hasta que no está contra las cuerdas. Y como no todos los días suceden los milagros, como en la primera jornada ante el Joventut, el Madrid también empieza a repetir el triste hábito de la derrota tras derrota. Y ya son dos en tres partidos. Y la Liga acaba de empezar.

En su descargo, se puede argumentar que el equipo que tenía en frente, el TAU, cuenta con un entrenador, Dusko Ivanovic, que no permite que los suyos bajen el pistón. Un técnico con fama de sargento de hierro al que sus jugadores miran con cara de susto cuando fallan. Se podría argumentar eso, pero, sobre todo, se podría argumentar que el quinteto inicial del TAU le saca varios cuerpos en todos los aspectos al Madrid.

REAL MADRID 86 - TAU 100

Real Madrid: Bennett (23), Herreros (11), Mumbrú, Fotsis (6) y Kambala (10) -cinco inicial-; Stojic (10), Victoriano (5), Bueno (5), Reyes (14) y Sonseca (2).

TAU: Prigioni (2), Macijauskas (27), Nocioni (22), David (16) y Scola (17) -cinco inicial-; Calderón (7), Jelic (2) y Vidal (7).

Árbitros: Mitjana, Pérez Pérez y Martínez Díez. Expulsaron por cinco personales a Kambala (m. 35).

Parciales: 17-32; 21-30; 25-19; 23-19.

Unos 4.000 espectadores en el pabellón Raimundo Saporta.

Y entre esos jugadores, Macijauskas, un escolta extraordinario. El lituano, decisivo en la derrota de España en la final del Europeo, posee la frialdad de los grandes tiradores de larga distancia. Pero también la explosividad de un hombre de contraataque. El Madrid lo padeció especialmente en el primer tiempo. En el segundo, la defensa pegajosa de Victoriano consiguió contenerlo un poco más.

David mostró una gran fiabilidad en el tiro de tres o cuatro metros, Scola su habitual habilidad para ganar la posición y hacer puntos fáciles y Nocioni el talento anotador y la lucha constante. Sólo desentonó un poco en el TAU el base Prigioni, un puesto que mejoró bastante cuando Calderón estuvo en la cancha.

En el Madrid nadie jugó bien. Aunque la habitual transfusión de sangre tras el descanso maquillara el resultado. Herreros le echó ganas, pero poco más. Y fue, junto a Bennett, de los mejores. Todo un símbolo. Ninguno de los dos jugó ni remotamente bien, pero el mero hecho de querer jugársela y de defender con un poco de garra les hizo brillar varios cuerpos por encimka del resto. Kambala apunta a gran jugador. Pero no termina de dar en la diana y su aportación es muy discontinua. También Stojic revela que puede ser muy bueno, pero tampoco redondea sus actuaciones. De Fotsis, uno de los mejores jugadores jóvenes de Europa, aún no hay noticias. Y, entre todos los fiascos, el de Mumbrú. Un alero alto con tiro y físico que parecía que no tenía techo y que pena como un comparsa en el banquillo. Lamas, el técnico del Madrid, ha confiado en él para salir en el quinteto titular en los partidos del Saporta. En ambos le ha sustituido en el primer tramo para encerrarlo en el cuarto oscuro. Algo pasa con ese chico, y no parece nada bueno. Igual que con el Madrid.

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