Dani Pedrosa atrapa su primer título

"Dani, tú sí que eres galáctico", rezaba una pancarta desplegada en el circuito de Sepang, donde el motociclista español Dani Pedrosa, que cumplió 18 años la pasada semana, se coronó ayer campeón del mundo de los 125cc. Incapaz de contener la emoción y aún con el casco puesto, Pedrosa (Honda) celebró con los miembros de su equipo la gesta, especialmente con Alberto Puig, su principal valedor, el hombre que ha guiado la carrera del chaval nacido en Castellar del Vallés (Barcelona), el quinto español que gana un título mundial en su cilindrada. Los otros fueron Ángel Nieto, Jorge Martínez Aspar, Álex Crivillé y Emilio Alzamora.

Pedrosa atrapó el Mundial del octavo de litro con una autoridad incuestionable: ganó en el horno de Sepang sin dar opción a sus rivales, entre ellos el italiano Stefano Perugini (Aprilia), el único que podía comprometer en las últimas carreras la victoria final del catalán. Pero Perugini tuvo que abandonar por una avería de su Aprilia, allanando el camino de Pedrosa, que consigue el undécimo título de un español en los 125cc.

Su quinta victoria de la temporada le reservaba un premio que los expertos habían pronosticado hace tiempo. "Los españoles van a dominar en los 125cc y los 250cc", anunció en noviembre de 2002 el italiano Valentino Rossi. Tenía razón. Por lo menos, en lo que concierne a la categoría del octavo de litro, en la que Pedrosa ha ratificado todas las expectativas que había apuntado desde que debutó en el Mundial en 2001.

Con su triunfo de ayer, ya son 16 los grandes premios que suma el barcelonés, el segundo piloto más joven en ganar un Campeonato del Mundo -el récord lo tiene en su poder el italiano Loris Capirosi, que en 1990 ganó también el de 125cc con 17 años y 165 días-.

Pedrosa dominó la carrera de ayer desde la salida hasta la llegada. Todos los factores le favorecieron. Ni siquiera llovió, en contra de lo que se temía, por lo que, como el resto, empleó los reglajes que tan buen resultado le dieron en los entrenamientos.

Todo apuntaba a que Pedrosa podía vivir el día más feliz de su carrera profesional. En cuanto se echó a rodar, cogió el mando, rebasando al jovencísimo Jorge Lorenzo, que había marcado los mejores tiempos en la víspera. Pero el piloto de Honda salió como un relámpago. Nadie pudo seguir su ritmo. Sólo un contratiempo, como el que le ocurrió en el circuito de Motegi (Japón), la pasada semana, podía estropear su triunfo. Entonces, un problema en el amortiguador de su Honda le privó de la victoria.

Ayer, sin embargo, todo fue como la seda para Pedrosa, que se frotó las manos cuando pasó por la recta de meta en la cuarta vuelta y vio el cartel que le mostraba su equipo: "Perugini, k.o.". Ya sólo le quedaba encomendarse a la fiabilidad de su moto, que esta vez no falló.

La victoria de Pedrosa eclipsó el tercer puesto de Jorge Lorenzo, otro de los españoles que apunta alto.

Liderada por el catalán, España presenta una excelente generación de pilotos que ha protagonizado la temporada de los 125cc. En el caso de que Pedrosa dé el salto al cuarto de litro, el relevo lo puede tomar el valenciano Héctor Barberá, que este año ha ganado dos grandes premios (Japón e Inglaterra); el mallorquín Lorenzo, con un triunfo (Brasil), o el madrileño Pablo Nieto, con otro (Portugal). Cualquiera de ellos está preparado.