La cara de Repsol

En 1977 ingresó en el Cuerpo de Inspectores Financieros y Tributarios y la semana pasada asumió la presidencia de Petronor. En medio, toda una carrera sobre el caballo del marketing que le ha llevado en Repsol YPF hasta la dirección general de Refino y Marketing Europa, cargo que no abandona y compartirá a partir de ahora con la presidencia de la tercera marca del grupo petrolífero, de cuyos comités ejecutivo y de dirección también forma parte. Su consolidación en el mismo llega en momentos poco propicios, con las aguas revueltas tras el accidente en su refinería más estratégica, Puertollano, ante las que tendrá que echar mano de su afinidad y sus habilidades en las artes náuticas, a las que dedica muchos fines de semana mediterráneos.

Imagen perfecta del ejecutivo ejemplar, ambición, móvil y master en Harvard incluido, compagina la relajación de alta mar con largos paseos senderistas acompañado de su dócil labrador.

La gente que le rodea destaca su inteligencia y su gran intuición, además de una gran habilidad para moverse sobre tierras movedizas sin ser absorbido por ellas. Sigue el desarrollo de una reunión sin perder comba, mientras lee un informe o un resumen de prensa, consciente de la importancia que la información tiene en sus ámbitos, y ha tenido que torear miuras importantes como las acusaciones de dumping en algunas de sus estaciones, los momentos más difíciles de la crisis en Argentina, la OPA de Gas Natural sobre Iberdrola...

Se le da bien defender la marca y pelear con analistas e inversores, pero se siente especialmente orgulloso de sus aportaciones marketinianas como la incorporación de la cadena de supermercados de El Corte Inglés en su red de estaciones de servicio, la creación de la Visa Repsol o la más reciente del Autoclub Repsol.

Desde enero de 1986 era director de Relaciones Externas e Internacionales del Instituto Nacional de Hidrocarburos, cargo que siguió desempeñando con la creación de Repsol, SA, por lo que durante los primeros tiempos de lanzamiento y proyección de la sociedad se convirtió en "la cara" de la marca petrolífera ante los medios de comunicación, analistas, inversores...

Aunque haya que levantar la voz en alguna ocasión, le caracteriza, sin embargo, según sus allegados, un marcado talante negociador, consecuencia quizás de su afición a la lectura de ensayos históricos y políticos, o de sus responsabilidades como consejero financiero de la Embajada de España ante la OCDE.