Los dos últimos detenidos, libres

Los dos jóvenes detenidos el viernes en las operaciones policiales para esclarecer la muerte a golpes de un seguidor del Deportivo quedaron ayer en libertad tras declarar ante el juez. Contra uno de ellos, Marcos B, apodado Lilas, se van a formular cargos al sospecharse que está implicado en la agresión que costó la vida a Manuel Ríos Suárez, de 31 años, quien fue atacado por un grupo de hinchas de su mismo equipo a los que había recriminado que pegaran a un menor aficionado del Compostela, al término del partido de Copa del Rey que ambos equipos disputaron el pasado martes en Santiago.

Tanto Lilas como el otro detenido el viernes pertenecen a la facción radical Los Suaves, escindida de la disuelta peña deportivista Riazor Blues y que lideraba Gabriel Rodríguez Pérez, de 29 años, Gabi, el único encarcelado hasta el momento. Rodríguez Pérez ha admitido que propinó una patada al fallecido, pero sostiene que el impacto no era suficiente para causarle la muerte. Allegados de Gabi aseguran que éste no tenía ningún conocimiento de artes marciales, en contra de las conjeturas iniciales de la policía a partir de las declaraciones de la novia del fallecido, testigo de los hechos, quien asegura que Manuel Ríos recibió una especie de golpe de kárate, una patada desde el aire con ambas piernas.

Los dos detenidos el viernes declararon ayer durante dos horas en el juzgado de guardia de A Coruña, en el que había delegado la diligencia el juez de Santiago encargado del caso. La policía sospecha que Ríos recibió más golpes aparte de la patada que le destrozó el hígado y que en la agresión debió de participar alguno de los seis hinchas que acompañaban al cabecilla de Los Suaves. Tres de ellos aún no han sido localizados. La policía insistió ayer en que el caso todavía no está cerrado.

La ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo, de visita en Santiago para asistir a un acto universitario, calificó de "caso aislado" los sucesos del pasado martes en las inmediaciones del estadio de San Lázaro. Contra los que culpan al fútbol de fomentar la violencia, la ministra recordó que cada fin de semana se disputan en España cientos de partidos de fútbol y los incidentes son la excepción. "En términos generales hay mucho más orden que desorden", sentenció Del Castillo, quien destacó que los actos de violencia también se producen en otros contextos sociales como las salidas nocturnas de los fines de semana. Aunque admitió que algunos clubes "deben tomar medidas" para prevenir disturbios, la ministra precisó que "el fenómeno de la violencia es mucho más amplio" que las peleas entre hinchas en los campos de fútbol.