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El TSJA encausa a Romero por un delito de coacción en el paro del 20-J

La Sala de lo Penal del TSJA emitió ayer un auto en el que mantiene la imputación del parlamentario andaluz de IU Antonio Romero por un delito de coacción, por su presunta participación en un piquete que trató de cerrar un bar en Málaga durante la huelga general del 20 de junio de 2002. La Sala de lo Penal abrió diligencias informativas para esclarecer si la actuación de Romero era constitutiva de un delito contra el derecho de los trabajadores y otro de coacciones, después de que el Juzgado de Instrucción 11 de Málaga le remitiera un informe en el que se decía que había indicios de que así era. El auto rechaza que la actuación del diputado sea constitutiva de un delito contra los derechos de los trabajadores y decreta que "procede continuar la tramitación de las las actuaciones" abiertas contra el acusado por delito de coacción.

El fiscal y la acusación particular, ejercida por el dueño del bar y un cliente, dispondrán de cinco días para decidir si solicitan la apertura de juicio oral contra Romero, el sobreseimiento de la causa o la práctica de diligencias complementarias. El escrito señala que el que se impidiera a un cliente del bar entrar al establecimiento "no puede constituir en modo alguno un delito contra los derechos de los trabajadores" pero sí el de coacción.

También recoge el auto que las lesiones padecidas por los denunciantes son susceptibles de ser subsumidas como dos infracciones leves e independientes. La imputación de Romero, como aforado, fue decidida por la Sala de lo Penal del TSJA, donde en mayo pasado prestó declaración y negó haber agredido o coaccionado al propietario de un bar para que cerrase por la huelga, aunque reconoció haber llamado "fascista" al otro denunciante, un cliente que quiso entrar al establecimiento.

Implicación

El juez de la Sala de lo Penal considera que las declaraciones prestadas por varios testigos y policías "acreditan sobradamente" la implicación "directa e inmediata" de Romero en el piquete. El auto del juez relata que el 20-J se formaron en Málaga varios piquetes "informativos" y que el principal "iba liderado por el imputado". Añade que el Jefe del dispositivo policial, al "observar una actitud violenta y agresiva" del líder del grupo y que el citado piquete "había pasado a ser coercitivo", ordenó a cuatro policías que lo siguieran. Varios integrantes del piquete entraron al bar "ordenando al propietario que cerrara" y al ver que se negaba a hacerlo Romero incitó a los demás miembros a vaciar aceiteras en las mesas y tirar servilletas al suelo.

Cuando la policía que siguió al piquete entró en el bar, los miembros de este comenzaron a salir insultando al dueño, al tiempo que cerraban una corredera metálica de una ventana y echaban pegamento para que no se pudiera abrir. El propietario intentó impedirlo, cuando fue golpeado por Romero en una mano, causándole una contusión leve.

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