La R-2 tendrá más señales en los accesos
Algunos conductores usaron mal el telepeaje o entraron por error en esta autopista
La empresa concesionaria de la primera autopista radial de peaje de la región, la R-2 (Madrid-Guadalajara), ha decidido reforzar la información que presta a los conductores ante el caos que se produjo en las primeras horas de funcionamiento de esta vía. Fuentes de esta compañía pretenden explicar el funcionamiento del aparato de telepeaje, llamado Vía T, que permite el pago sin verse obligado a detenerse en los peajes de entrada y salida de la autopista.
Cuando el conductor quiere entrar en la R-2 para alejarse de la capital, se encuentra con la dificultad para entrar en la autopista. "Mire, tiene que ir hasta el kilómetro siete de la M-40 y allí le llega la indicación", dice una amable telefonista del teléfono de información de la Dirección General de Tráfico (900 123 505). Si el conductor ya se encuentra en la carretera de Barcelona (N-II), deberá desandar el trayecto recorrido y volver para entrar en la R-2. Si se sale desde el aeropuerto de Barajas por la N-100, sólo tres señales próximas informan al conductor de la existencia de la R-2 y que ésta vía es de peaje. Además, una vez que haya entrado en el ramal de acceso, no hay posibilidad de salir de él y es necesario pagar los 80 céntimos de euro que cuesta el trayecto entre la M-40 y la M-50, hasta el municipio de Ajalvir.
El primer día esta falta de señalización y la falta de costumbre de muchos conductores ocasionó cierto caos en los peajes. "Algunos conductores no se fijaron en la señalización y se metieron directamente por la autopista. De hecho, muchos siguieron a los que les precedían y se encontraron con el peaje", explican fuentes de la empresa.
Fallo informático
Algunos conductores quisieron dar marcha atrás y volver sobre sus pasos, pese a estar prohibido. Esto provocó una caída en el sistema informático de gestión y cobro de la autopista. Los empleados de los peajes tuvieron que entregar las tarjetas a mano y en algunos casos dejaron pasar gratis a algunos conductores. "Es muy difícil saber el número de conductores y de vehículos que utilizaron la autopista el primer día por el fallo del programa informático", señalaron fuentes de la R-2.
Otro problema añadido al que se tuvieron que enfrentar los trabajadores de la R-2 es que los dueños del Vía T no lo llevaban adecuadamente instalado junto al parabrisas. Un repaso a la forma de actuar de estos usuarios es que lo habían metido en la guantera del coche o lo portaban en el bolsillo de su americana. Cuando entraron en los carriles destinados al telepeaje, la barrera no se levantaba, con el consiguiente atasco y problemas circulatorios.
El sistema de pago por radiofrecuencia que utiliza el telepeaje sólo lo detecta si va correctamente instalado en el parabrisas. Para ello es necesario que esté colocado en la parte serigrafiada (puntitos negros que tienen algunos parabrisas), ya que la zona transparente está laminada en los vehículos modernos e impide el paso de las ondas.
"Se trata de un procedimiento muy técnico y los conductores no tienen por qué leerse la letra pequeña de cómo funciona el telepeaje", señalan fuentes de la empresa.
Fuentes de la concesionaria de la R-2 no descartan iniciar este mismo fin de semana una campaña informativa a través de folletos que se entregarían a los conductores de cómo funciona el telepeaje y dónde debe instalarse.
La R-2 iba anoche bastante vacía, frente a la carretera de Barcelona, que se encontraba totalmente atascada entre San Fernando de Henares y Alcalá, según informó la Dirección General de Tráfico. Completar el trayecto entre la M-40 y la salida en Taracena (Guadalajara) por la autopista de peaje no llevaba a los vehículos más de 30 minutos.
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