Apatía inversora

Los inversores continúan esperando que la acumulación de tensiones de los últimos días comience a remitir para plantearse movimientos con plazos más amplios que los de la propia sesión.

Por el momento, los problemas geopolíticos ocupan el primer lugar en el ranking de preocupaciones de los inversores, mientras que la escalada del precio del petróleo y la lentitud del proceso de recuperación económica merecen menos atención.

Esta sesión ofreció una amplia gama de oportunidades a la inversión a corto plazo, con una apertura negativa y la posterior recuperación que hicieron oscilar al Ibex 35 más de 100 puntos entre el mínimo y el máximo del día. Como casi siempre, la causa de ese cambio de orientación estuvo en Wall Street, cuyos constantes vaivenes abrieron el abanico de opciones.

El Ibex 35 terminó la sesión con un avance del 0,44% que le devuelve al nivel de los 6.900 puntos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid subió el 0,46% para cerrar en 734,50 puntos.

El final de la sesión estuvo animado por la presentación de la anunciada OPA, Operación Pública de Adquisición de acciones, sobre el 100% del capital de Parques Reunidos con una ligera mejora sobre el precio que barajaba el mercado, pues se ofrece pagar a 6,25 euros la acción.

La contratación en el Mercado Continuo sigue en niveles muy bajos, con 1.707,94 millones de euros, 87 millones menos que el día anterior a pesar de las oportunidades que brindó la jornada. La actividad institucional se redujo también hasta quedar en 340 millones de euros.

La apatía de los inversores es común al conjunto de las bolsas europeas, en las que sólo Francfort destacaba con una subida del 1,18%. París cedió el 0,19% y Londres el 0,08%.

La Bolsa de Nueva York contribuía a la apatía global con numerosos altibajos, pero de escaso valor, y a media sesión el índice Dow Jones de valores industriales cedía el 0,16%.