Comer de sobaquillo cuando falta el comedor
Cientos de padres de los 380 alumnos del nuevo colegio público Rodríguez Fornós optaron ayer por la ironía, como arma de protesta, para "exigir la construcción de una pared que divida el gimnasio en dos zonas, y permita organizar el comedor escolar" sin riesgo de que un balonazo atraviese la cortina de separación y caiga sobre la cacerola. La opción del popular bocadillo de sobaquillo suplió (como se aprecia en la fotografía) la falta de un comedor en condiciones y se erigió por un día en una "medida de presión" que busca romper "el silencio informativo" de la Administración.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.