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INVESTIGACIÓN | Dermatología

Estudios de piel y pelo étnicos para cosmética

La industria cosmética ha decidido entrar de lleno en el estudio y caracterización de los llamados piel y pelo étnicos. Y lo ha hecho con todas las de la ley: el conocimiento que se tiene acerca de la estructura y el comportamiento del cabello de etnias como la caucásica, la china, o incluso de la mongoloide, dista un abismo del que se dispone de otras como la africana o la afroamericana. Este último segmento de población es precisamente el que más soluciones demanda de un sector cuyos productos se ajustan de forma escandalosamente mayoritaria al estándar blanco.

Las razones que explican este giro impensado hace no mucho más de cinco años tienen que ver sobre todo con la economía, pero también con las consultas de dermatólogos y salones de belleza. Jóvenes afroamericanos con alopecias precoces y un cierto síndrome de rechazo a señas de identidad propias de población negra, se han unido a un mercado emergente que sólo en EE UU asciende a 37 millones de personas que compran por valor de 174 millones de dólares y que demanda productos específicos. Y ahí está la clave. Poner en el mercado un nuevo cosmético para el pelo o la piel hecho a medida sólo es posible invirtiendo primero en investigación y desarrollo y luego en innovación. Sobre todo cuando los expertos estiman que en 20 años la mitad de la población mundial será mestiza.

Chicago fue testigo recientemente de los primeros pasos que se están dando en esta dirección. En el Congreso sobre Piel y Pelo Étnicos celebrado en esa ciudad de la mano de la multinacional francesa L'Oréal, científicos sobre todo estadounidenses y europeos mostraron los resultados de unas investigaciones que todavía distan de ser categóricas por el poco volumen de personas sometidas a estudio, pero que empiezan a formar un cuerpo de conocimiento interesante.

Lo más llamativo de lo expuesto fueron las claras diferencias morfológicas y estructurales entre un pelo de origen caucásico y otro afroamericano. Aunque pudiera parecer obvio, puesto que macroscópicamente son claramente distintos, nadie se había detenido hasta ahora ante el microscopio electrónico para valorar las divergencias entre ambos. Mientras que el primero muestra una sección de forma circular con una disposición regular de seis a ocho capas celulares, el segundo tiene sección elíptica, muestra claras irregularidades y presenta zonas en las que el número de capas celulares se reduce a una o dos a lo sumo.

Este tipo de estructura, según Fréderic Leroy, director del departamento de Física de L'Oréal, no sólo condiciona la forma final del cabello, generalmente rizado, sino que lo vuelve frágil ante tratamientos agresivos. La alta fragilidad, según este investigador, se traduce en "la alteración de la estructura interna de las fibras" del cabello y en una manifiesta tendencia a romperse por la cutícula.

La asimetría del pelo afroamericano, reveló Bruno Bernard, responsable del área de biología en la misma compañía, se debe probablemente a las características del bulbo piloso, la zona donde se encuentran las células progenitoras encargadas de la regeneración capilar. Los mecanismos moleculares que rigen esta asimetría, señaló, "no son bien conocidos", pero se sabe que la epigénesis del cabello puede llegar a modularse actuando específicamente sobre esta área. Estudios recientes en ratones, indicó, han puesto de manifiesto que las células madre del cabello están localizadas en la zona inferior del folículo. En humanos "existe una segunda área" de concentración de células madre en la parte superior que actúan también en las primeras etapas de cicatrización. Expertos de distintas compañías buscan productos que actúen directamente sobre esta zona del pelo para modificar a voluntad su forma y su crecimiento.

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