Ferdinand paga su olvido

El sueco Sven-Goran Eriksson no podrá alinear a Rio Ferdinand el sábado en Estambul después de que la Asociación de Fútbol (FA) de Inglaterra decidiera suspenderle de manera cautelar por saltarse un control antidopaje. La baja del baluarte de la defensa inglesa y del Manchester United ha provocado una tormenta en Inglaterra. Su club y la asociación de jugadores creen que se han lesionado los derechos del defensa al hacerse público su nombre sin que se haya esclarecido el asunto. Pero la federación no ha querido correr el riesgo de dejarle jugar y sancionarle después por el incidente.

Ferdinand, de 24 años, se saltó el control aleatorio al que tenían que someterse cuatro jugadores del United el pasado 23 de septiembre. Él afirma que se le olvidó y que se marcho de manera precipitada al acabar el entrenamiento porque ese día se estaba mudando de casa. Ferdinand pasó el análisis 36 horas después, un periodo que según algunos expertos consideran lo bastante largo como para que desaparezca el rastro de algunas sustancias prohibidas.

El jugador deberá presentarse el lunes ante la Asociación de Fútbol para aclarar el asunto, pero ésta decidió ayer separarlo de manera cautelar de la selección, que el sábado juega un partido crucial contra Turquía. La federación podría suspender al jugador hasta por dos años si concluye que eludió el análisis de manera deliberada.

La suspensión fue criticada por el jefe ejecutivo del United, David Gill, que cree que Ferdinand debería ir a Estambul. "El club está profundamente enfadado por la manera en que la FA ha manejado el asunto y cree que no ha obrado igual en otros casos relacionados con la droga", afirmó. "La decisión de no seleccionar a Ferdinand es mala para el jugador y mala para el país", añadió.

También se quejó el jefe el ejecutivo de la Asociación de Futbolistas Profesionales, Gordon Taylor, que aseguró que hasta ahora nunca se había suspendido a un jugador de manera cautelar en un caso así y que siempre se había esperado a conocer el resultado de los análisis antes de desvelar su identidad. Pero las recientes denuncias de que el dopaje no está realmente perseguido en el fútbol inglés han dejado a la FA con muy poco margen de maniobra.

"Estoy destrozado, jamás he tomado drogas, ni haciendo deporte ni en mi vida social", apuntó Ferdinand mediante una nota pública. Ferdinand es el defensa más caro del mundo. Por él pagó el United unos 43 millones de euros hace un año.