Alarma en Valladolid

Cuatro el Racing, tres el Celta, siete el Madrid... La portería del Valladolid tiene demasiados agujeros, 16, en sólo seis partidos. Ya es el equipo mas goleado de todas las categorías profesionales del fútbol español y hoy visita en la Copa al Zamora. Y eso que Bizarri, el portero titular, está espléndido y no termina un solo partido sin cinco o seis intervenciones milagrosas. Su sustituto, Orcellet, también argentino, solo ha estado 45 minutos en el campo, por la expulsión de Bizarri el domingo frente al Racing, pero ya ha tenido tiempo de detener dos penaltis y dar una sensación de seguridad que el resto del conjunto no transmite. Y tampoco será por las ansias ofensivas de Fernando Vázquez, el técnico, que se presentó en el Bernabeu con todos debajo del larguero; alineó frente al cuadro cántabro a cuatro defensas y un doble pivote destructivo: Jesús y Ricchetti, y en Mestalla, cuando se iba por delante, ordenó un cerrojazo.

Las alarmas han saltado en el Valladolid. Los siete goles del Madrid se interpretaron como un accidente aunque, en el fondo de la memoria, apareciese el hecho de que era la segunda vez que le ocurría eso a Vázquez, que ya sufrió otro siete cuando dirigía a Las Palmas. El susto aumentó cuando el cuadro iba ganando por 0-2 en Vigo y, en un bajón memorable, el Celta le igualó.

Tanto el preparador físico como Vázquez habían advertido a los jugadores que la planificación de la pretemporada les iba a dejar hechos unos zorros y que sólo comenzarían a dejar de sentir cansancio pasado un mes de competición, ya que la carga de trabajo iba a ser mucho mayor que otras veces. El propio Vázquez repite que el Valladolid que quiere aparecerá cuando esa fatiga desaparezca.

Los futbolistas y el técnico buscan dar una apariencia de tranquilidad. Caminero, el más veterano, no se inquieta: "Cuando uno pierde en casa y por goleada, es normal que ocurra lo que está ocurriendo. Pero no hay que buscarle tres pies al gato. Queda mucho por delante y tenemos siete puntos. Achacarlo al cansancio tampoco es lógico porque yo me encuentro más o menos como otros años a estas alturas. El problema es más anímico. Cuando vas perdiendo, te cuesta mucho rehacerte, máxime si te has quedado con diez".

El gran perjudicado es Vázquez, de quien ya se recuerdan sus destituciones en Las Palmas, el Rayo Vallecano o el Betis. El técnico ha visto cómo de los centrales con los que contaba Pepe Moré la pasada temporada sólo le quedan Caminero, Peña y el canterano Jonathan. Gaspar regresó al Atlético y Mario fue cedido al Barcelona. A cambio, llegaron Pablo Paz, con quien no cuenta de momento, y el ex madridista Julio César, que volvió a la Liga española después de un año en un campeonato tan poco exigente como el austriaco. Y es que el empeño, durante el verano, fue buscar gol. El Valladolid lo ha encontrado, pero ha hecho realidad la fábula de la manta y el fútbol y los pies se le han congelado.