Ambiente frío

Los mercados de valores sufrieron ayer las consecuencias de la ausencia de datos económicos relevantes y de cierta sensación de exageración a los que se conocieron el pasado viernes, situación a la que había que añadir los problemas derivados de la nueva escalada de violencia en Oriente Medio, lo que dio lugar a una jornada fría en la que se intentaba dar marcha atrás en algunos planteamientos.

Deshacer posiciones en una sesión así conlleva el pago de una prima que, para algunos observadores, no fue muy alta y permite mantener algunas esperanzas a corto plazo.

El Ibex 35 cedió el 0,41% para caer por debajo de los 6.900 puntos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid bajaba el 0,27%. Si se consideran estos descensos una respuesta a los avances del pasado viernes, parecen tener razón los que piensan que la prima a pagar ha sido mínima, siempre y cuando los mercados sean capaces de mantener esa buena disposición ante las noticias positivas y dejen pasar de largo las que se consideran menos buenas para la marcha del negocio.

La contratación en esta jornada fue muy inferior a la del viernes, con 2.056,82 millones de euros, de los que más de 800 millones procedían de las operaciones institucionales. Los operadores continúan centrando en esos inversores el grueso de la actividad cotidiana, lo que indica que los particulares siguen al margen del mercado.

La Bolsa estadounidense tampoco parecía capaz de seguir la orientación del viernes, en buena parte porque la actividad de esta jornada se mantenía en niveles muy bajos. El índice Dow Jones de valores industriales ofrecía un avance del 0,36% a media sesión, lo que le restaba capacidad de arrastre ante el resto de los mercados.

La Bolsa de París cerró esta jornada con un descenso del 0,46%, mientras que Londres bajó el 0,09% y Francfort cedía el 0,27% poco antes del cierre.

En conjunto, esta sesión devuelve a los mercados una buena parte de la incertidumbre geopolítica que ha caracterizado la primera parte del año.