Bodipo abusa del Valladolid

Lucas Alcaraz se había pasado una semana ensayando con Benayoun y Javi Guerrero, pero, en el momento de dar la alineación, cambió de planes, dejó al israelí en el banquillo en el día del Yom Kipur y colocó a Bodipo. La apuesta fue estupenda porque Bodipo arruinó los planes de Fernando Vázquez. Marcó el primer gol, provocó el primer penalti y la expulsión de Bizarri, marcó también el tercero y le regaló un pase medido a Nafti para el cuarto. El Racing y Bodipo airearon las vergüenzas del Valladolid casi sin despeinarse. Bastó con que Caminero se liase a porrazos con la pelota y que se desencadenase una sucesión absurda de balonazos a Makukula para que los cántabros encontrasen los caminos al gol.

El Racing pudo terminar el trabajo en el primer contragolpe que le salió medio correcto. Bodipo se coló entre los centrales y se plantó ante Bizarri, que lo derribó. Penalti, expulsión y la entrada de Orcellet, que paró el lanzamiento de Javi Guerrero. La ocasión se le escapó al Racing, pero la jugada iba a marcar el desarrollo posterior: el Valladolid se había quedado con diez y un estado físico lamentable. Ocho minutos después del primero, Orcellet detuvo otro penalti. El encargado de fallarlo fue Regueiro.

Con lo que ya no pudo el portero argentino fue con la oleada de contragolpes que llegaban. La zaga se borró mientras la figura de Bodipo emergía para abusar de un rival que había intentado reaccionar, pero que, otra vez, con un error absurdo de Marcos dentro del área, le regaló al Racing una ventaja más amplia. El resto fue un festival en el que el equipo de Alcaraz dejó al Valladolid con un saco de goles y, como hiciera el Madrid en aquel 7-2 de las primera jornadas, con las vergüenzas al aire.