Cerca de 9.000 docentes de Secundaria vuelven al campus para actualizar conocimientos

La Consejería de Educación cifra en 8.715 los profesores de niveles no universitarios (infantil, primaria y secundaria) que volverán a las universidades valencianas en el curso 2003 para actualizar conocimientos a través de cursos y jornadas. Las acciones de formación del profesorado de niveles no universitarios dependen de la consejería y se realizan en mayor medida a través de los Cefire, es decir Centros de Formación, Innovación y Recursos Educativos que fueron creados por el PP al llegar al gobierno. El papel de las universidades, sin embargo, ha ido creciendo y en el presente curso ha dado un salto cualitativo y cuantitativo. De los 80.000 profesores que participarán en 2003 en actividades de mejora de destrezas profesionales, el 10% de ellos lo hará en las aulas universitarias.

El 10% de las acciones de formación del profesorado se efectúa en las universidades

"El derecho a la formación del alumno está ligado al derecho formativo del docente"

Los convenios de la consejería con las cinco universidades públicas valencianas y la UIMP se iniciaron en 1982. Sin embargo, en el curso que ahora empieza, según Bernardino Salinas, director del Servei de Formació Permanent de la Universitat de València, "se puede hablar de una nueva forma de relación por el formato y el volumen económico" de la relación. Siguiendo las previsiones de la consejería, este año participarán 5.390 profesores-alumnos más que en la pasada edición, lo que representa un incremento de un 61%. El convenio ha incrementado un 31%, el presupuesto respecto al año anterior, hasta llegar a los 664.428 euros actuales.

Los responsables universitarios señalan que el convenio interesa a las universidades porque fidelizan cada vez más el nexo con la enseñanza Secundaria: "No se trata tanto de ofertar cursos a profesorado no universitario, como de establecer relaciones que propicien un conocimiento mutuo del mundo universitario y de la enseñanza Secundaria y Bachillerato", señala Salinas, en un contexto, el de la convergencia europea, en el que a su entender "se hace imprescindible una coordinación no sólo de contenidos, sino especialmente de objetivos en cuanto a destrezas y competencias intelectuales".

La Universitat de València, la mayor del sistema público valenciano, percibirá este año 277.000 euros, de los que 200.000 se destinarán a cursos y jornadas y el resto se empleará en la producción de material para ciclos formativos. El año pasado, por dar un dato comparativo, la universidad recibió 200.460 euros. En los últimos tres años ha subido un 38,33% la dotación para este capítulo.

María Ángeles Martínez, directora del Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de Alicante, considera satisfactorio el sistema para las dos partes porque "la formación del profesorado de secundaria revierte en la calidad de la enseñanza del alumnado", y añade que necesariamente "el derecho a la formación de los alumnos está ligado al derecho de la formación del profesorado. Y qué mejor que recurrir a la universidad para actualizar científicamente conocimientos". De acuerdo con los datos facilitados por la propia universidad, el número de alumnos se incrementará este año en más de 1.400, un crecimiento parejo a las horas formativas que suman 558 más para el mismo periodo. La Consejería de Educación y las universidades negocian las acciones formativas antes de la firma del convenio. Posteriormente, cada curso se coordina por un profesor de universidad y un especialista de Cefire. Los cursos son variados: desde electrónica básica a estadística o astronomía aplicada a la ESO, entre otros. Con el convenio, las universidades, a través de los vicerrectorados con competencias en estudios en innovación educativa se responsabilizan de la organización, certificación, puesta en marcha del plan y dotación de recursos materiales y humanos.

Cabe plantearse que el aumento de participantes genera más trabajo en las universidades, que son las que hacen rodar este engranaje. Desde los sindicatos se hacen dos lecturas. Para Toni Viñas y Manolo Cavanilles, del STEPV, "es una buena noticia" que la Administración delegue en la universidad la actualización docente, siendo éste uno de los principales caballos de batalla del sindicato. En cambio, el secretario general de la Federación de Enseñanza de CC OO del País Valencià, Manuel Picó, interpreta este cambio como "un reconocimiento implícito del fracaso" de los Cefire, ya que desde el gobierno no se ha hecho "un plan específico para formar al profesorado que debía adaptarse a la LOGSE". También por CC OO, Luis Trapiello agrega que "se están desaprovechando los recusos públicos al dar dinero a las universidades, porque en época socialista los conocimientos de los docentes se actualizaban permitiendo la inmersión en las asignaturas de las carreras universitarias". Un profesor universitario cobra tres veces más que un docente de Cefire por cada hora de formación.